LECTURAS
- 2 Samuel 7,1-5.8b-11
- Salmo responsorial 88, 2-3.4-5.27.29
- Romanos 16, 25-27
- Lucas 1, 26-38
El relato evangélico, inspirándose en
la primera lectura, nos dice que Jesús nacido en Belén es el verdadero y
definitivo Mesías. Su nombre, Jesús, significa “Dios da la salvación”.
Jesús, “Dios con nosotros”, se ha
acercado a nuestra humanidad para dar sentido y seguridad a nuestra vida que,
por nuestras limitaciones siente miedo e incertidumbre ante el futuro. Debe ser
tarea nuestra descubrir nuestros miedos, y ver si estos son superficiales o
profundos, presentándolos en nuestra oración ante el Dios que nos dice con
palabras del ángel a María: “No temas”. Esta frase la repite Jesús cuando se
presenta a sus discípulos tras la resurrección, y aparece 365 veces a lo largo
de la Biblia.
A pesar de que el mal, a veces, se
presenta como fuerte y nos produce miedo, el poder de Dios siempre es más
grande que el mal. En el Evangelio de hoy, María representa a toda la humanidad
que recibe y acoge a Dios. María también es imagen de la Iglesia, que recibe a
diario en su interior a Dios mismo.
Vamos
a celebrar la Navidad en cuestión de horas, pues este año el domingo da paso a
la Navidad. Pero tenemos que preguntarnos si el protagonista de la Navidad es
Jesús o es el “dios-consumo”.
Que en esta Navidad acojamos a Jesús, el
Señor que viene a nosotros. Y pidamos también por cuantos tienen que vivir la
Navidad en la pobreza, en la soledad, en el paro, en el dolor, en la condición
de emigrantes, para que aparezca ante ellos un rayo de la bondad de Dios a
través de nuestra solidaridad.
Digamos en nuestra oración: ¡Ven y
permanece con nosotros, Señor! Y que la alegría de tu Navidad llegue hasta los
últimos rincones de la tierra. Amén.
LECTIO DIVINA DE LA PARROQUIA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA
HOJA DIOCESANA DOMINICAL
Jesús, “Dios con nosotros”, se ha
acercado a nuestra humanidad para dar sentido y seguridad a nuestra vida que,
por nuestras limitaciones siente miedo e incertidumbre ante el futuro. Debe ser
tarea nuestra descubrir nuestros miedos, y ver si estos son superficiales o
profundos, presentándolos en nuestra oración ante el Dios que nos dice con
palabras del ángel a María: “No temas”. Esta frase la repite Jesús cuando se
presenta a sus discípulos tras la resurrección, y aparece 365 veces a lo largo
de la Biblia.
A pesar de que el mal, a veces, se
presenta como fuerte y nos produce miedo, el poder de Dios siempre es más
grande que el mal. En el Evangelio de hoy, María representa a toda la humanidad
que recibe y acoge a Dios. María también es imagen de la Iglesia, que recibe a
diario en su interior a Dios mismo.
Que en esta Navidad acojamos a Jesús, el
Señor que viene a nosotros. Y pidamos también por cuantos tienen que vivir la
Navidad en la pobreza, en la soledad, en el paro, en el dolor, en la condición
de emigrantes, para que aparezca ante ellos un rayo de la bondad de Dios a
través de nuestra solidaridad.
Digamos en nuestra oración: ¡Ven y
permanece con nosotros, Señor! Y que la alegría de tu Navidad llegue hasta los
últimos rincones de la tierra. Amén.