sábado, 27 de febrero de 2021

Día 28 febrero de 2021. Domingo 2º de Cuaresma

 

LECTURAS

  • Génesis 22, 1-2.9a.10-13.15-18
  • Salmo responsorial 115
  • Romanos 8, 31b-34
  • Marcos 9, 2-10


  El evangelio de la transfiguración que leemos hoy  es lo que se llama  una “teofanía” o manifestación de Dios. Los discípulos de Jesús contemplan  por unos  momentos, a modo de "flash”,  un retazo de la gloria de Cristo resucitado. El mensaje del relato nos está diciendo  que:

-  bajo la humanidad de Jesús de Nazaret  se esconde la  divinidad. Lo que los discípulos descubrieron  en Jesús después de su muerte, el Cristo glorioso que es Dios desde siempre, ya lo era  antes y  durante su vida histórica, solo que no fueron capaces de apreciarlo. Por eso en los relatos  evangélicos  del Resucitado  insisten  que el Jesús Vivo, que han contemplado tras su muerte,  es el mismo que anduvo  con ellos por tierras de Galilea predicando el Reino de Dios.

- que los discípulos no entendieron muchas cosas cuando acompañaban a Jesús. Así, cuando Jesús anuncia que va a sufrir y morir, Pedro  le dice que de eso ni hablar; y cuando Jesús anuncia por segunda vez que va a sufrir en Jerusalén, Santiago y Juan le piden que les permita sentarse  en los primeros puestos de su reino.

 Se presenta a Moisés y Elías hablando con Jesús, con  lo que se está indicando  que hasta entonces la clave para conocer la voluntad de Dios era seguir la Ley y los Profetas, representados por Moisés, el legislador, y Elías, el gran profeta de Yahvé. Pero desde ahora, la clave de acceso a Dios es Jesús, como bien dice la voz del cielo: “Este es mi Hijo, el amado; escuchadlo”. “Escuchar” no  significa  sólo entender  y aprender, sino sobre todo,  poner en práctica, porque lo que Jesús hace y dice es lo que Dios quiere. De ahí que escuchar y seguir a Jesús es lo mismo, porque siguiendo a Jesús aprendemos a ser y vivir como hijos de Dios. Por eso, escuchar y seguir a Jesús  es también ser amados de Dios como lo es Cristo, y en consecuencia, llamados a ser transfigurados, llamados a una plenitud de vida semejante a la de Jesús resucitado y glorioso.

 

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: ESCUCHA DE LA PALABRA

         HOJA DOMINICAL DIOCESANA

 VIACRUCIS PARROQUIAL

Todos los viernes, al terminar la Misa de la tarde, tenemos la meditación de la Pasión y Muerte de Jesús, siguiendo el itinerario del Vía Crucis




domingo, 21 de febrero de 2021

21 febrero de 2021. Domingo 1º de Cuaresma.

 

LECTURAS

  • Génesis 9,8-15
  • Salmo responsorial 24
  • 1Pedro 3,18-22
  • Marcos 1,12-15

En el evangelio, leemos una línea que dice: “vivía con las fieras y los ángeles le servían”. Debemos entender este texto en  el sentido de  que Jesús, como toda  persona,  vivió en medio de las fuerzas que condicionan a cualquier ser humano, unas buenas, simbolizadas por el Espíritu,  los ángeles; y otras malas,  como Satán y  las “fieras”, entendidas como el mal que procede del mundo,  del ambiente social, y de nosotros mismos cuando  no dominamos la fuerza de nuestros instintos.

  La Cuaresma nos invita a hacer un ejercicio  consciente  del amor  de Dios, que está en el origen de nuestra vida  y de nuestra fe cristiana. La auténtica penitencia  es mirar con humildad ese origen y reconocer que, cada vez que vamos por nuestra cuenta, alejándonos de lo que Jesucristo  nos propone, entonces nos vamos perdiendo, no crecemos ni  como personas ni como cristianos.

De ahí que en Cuaresma la Palabra de Dios nos llama a la “conversión” (del griego “metanoia”): cambio de mentalidad,  un modo diferente de ver  las cosas y a nosotros mismos. Y  “conversión” (del hebreo “shub”), que significa “volver”, como hemos pedido en el salmo: “Señor enséñame tus caminos”, los caminos  que conducen a la casa del Padre.

Nuestra fe nos dice que siempre hay ocasión de regresar a la casa del Padre, como nos enseña Jesús con la parábola del “hijo pródigo”. El peligro somos nosotros  cuando nos falta humildad  para volver. Y sin embargo hoy nos dice Jesús: “Se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio”.

La Cuaresma es tiempo idóneo para la conversión y el perdón de los pecados. El sacramento de la penitencia es, después del bautismo,  el lugar donde Dios nos manifiesta su misericordia con el perdón.

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: LLEVADO AL  DESIERTO


REANUDAMOS LA CATEQUESIS

        A partir del martes próximo, día 23 de febrero,  reanudamos la catequesis de Iniciación cristiana y Confirmación, que suspendimos en el mes pasado por razón de la Covid-19, al declarar las autoridades  el nivel 3.







domingo, 14 de febrero de 2021

Día 14 febrero de 2021. Domingo 6º del Tiempo Ordinario.

 DÍA DE MANOS UNIDAS



      Bajo el lema Comparte solidaridad para acabar con el HambreManos Unidas lanza un año más su campaña contra el hambre. A nivel nacional, este viernes pasado, 12 de febrero fue el  Día del Ayuno Voluntario, y hoy,  domingo 14, Jornada Nacional de Manos Unidas, lo que supone el inicio de su 62 campaña.

Objetivos para 2021

      En 2021 la hoja de ruta de la ONG se centrará en denunciar las consecuencias que la pandemia del coronavirus está teniendo entre las personas más vulnerables. Además, su objetivo será promover la solidaridad entre los seres humanos como única forma de combatir la pandemia de la desigualdad, agravada por la crisis sanitaria mundial, que castiga con hambre y pobreza a cientos de millones de personas en el mundo.



LECTURAS

  • Levítico 13, 1-2.44-46
  • Salmo responsorial 31
  • 1 Corintios 10, 31-11,1
  • Marcos 1, 40-45

El evangelio dice escuetamente: “se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: “Si quieres, puedes curarme”.

Lo que hizo aquel leproso fue algo muy atrevido, puesto que, según la Ley,  no podía acercarse a nadie sano. Pero lo que hizo Jesús  también fue inaudito: no sólo no lo rechazó sino que, incumpliendo la Ley, tocó al leproso y lo curó”. El milagro de Jesús es siempre signo exterior de una realidad interior, invisible, que manifiesta quién es Jesús, y cómo a través de su acción  está mostrando el amor misericordioso de Dios que siente compasión por toda persona que sufre como aquel  leproso. El gesto de la curación, acogiendo y curando al leproso, rompe las normas, las corrige, indicando  que para Dios el marginado cuenta porque   Dios quiere la  vida para todos sus hijos.

Visto desde nuestros días, el leproso puede ser símbolo de  una humanidad  herida, tocada por la lepra del egoísmo, la indiferencia, la ambición del tener y dominar, una sociedad que se niega al perdón y reconciliación, abocada a una cultura de violencia y de muerte como vemos en grupos e ideologías que imponen su ley para favorecer sus intereses, que abusa de los más débiles, que descarta a los que molestan.

En el marco de la Campaña de Manos Unidas que celebramos hoy, constatamos  que continúan existiendo muchas personas excluidas y marginadas, algo muy parecido al leproso del evangelio: son los pobres del Tercer Mundo, cientos de millones de personas. A pesar de que nos llenamos la boca hablando de la dignidad de la persona y de derechos humanos, el hambre y el subdesarrollo siguen  presentes en nuestro mundo. He aquí algunos datos que hablan por sí mismos:

-      Según la ONU, en estos momentos,  820 millones de personas pasan hambre crónica, y más de 3.000 millones de personas no pueden llevar una dieta saludable. El hambre es la causa del 45% de las muertes de niños menores de 5 años.

-      Según la FAO,  en el mundo, cada año se desperdician 400.000 millones de dólares en alimentos  que se tiran o pierden.

-      En España, cada año se tiran  o se pierden 7,7 millones de toneladas de alimentos.

    Por ello,  Manos Unidas nos invita a mirar a tantos millones de seres humanos que viven en situación de miseria extrema. Ellos nunca sabrán quienes les ayudan y no podrán agradecerlo personalmente, pero sentirán un poco más de alivio en su permanente calvario. Y nosotros, al ayudar, no nos vamos a convertir  en pobres, al contrario, seremos más ricos en solidaridad al compartir algo de lo propio. Sólo el Señor conoce la intención de nuestro corazón, endurecido a veces, y por eso debemos decir al Señor: ”Si quieres, puedes limpiarme de mi egoísmo”.

Para nosotros, el dar puede ser  un pequeño gesto  sin demasiada importancia; para quienes lo reciben a través de proyectos de Manos Unidas, puede ser una obra que los libera de la extrema pobreza, proporcionándoles agua potable,  una escuela,   centro sanitario, etc.


    LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: EVANGELIO INCLUSIVO

    HOJA DOMINICAL DIOCESANA

 



sábado, 6 de febrero de 2021

Día 7 febrero de 2021. Domingo 5º del Tiempo Ordinario

 

LECTURAS

  • Job 7,14.6-7
  • Salmo responsorial
  • 1ª Corintios 9,16-19.22
  • Marcos 1,29-39

  La primera  lectura nos describe la situación angustiosa de Job, quien clama: “Se me hace eterna la noche… Corren mis días más que la lanzadera, se van consumiendo faltos de esperanza”, lo que nos ayuda a comprender el evangelio, donde escuchamos que “al anochecer le llevaron  a Jesús todos los enfermos y endemoniados”. La  descripción concisa  La primera  lectura nos describe la situación angustiosa de Job, quien clama: “Se me hace del evangelio y la narración de Job  nos hablan del sufrimiento  de los hombres y mujeres de todos los tiempos, y también hoy. En el  momento presente, la Covid-19, o “coronavirus”, nos acerca a todos los hombres y mujeres del mundo, porque se trata de una pandemia, que como su nombre indica, se ha extendido por todas partes; todos corremos el peligro de contagio y de contagiar; unos están infectados hoy, y no sabemos si mañana seremos nosotros, y  sobre las cifras de muertos por este mal, son noticia cada día.

     En muchas páginas del evangelio vemos lo que Jesús  dice y hace respecto a los que sufren. El evangelio  nos muestra cómo Jesús se acercó a la suegra de Simón Pedro que estaba en cama con fiebre. “Él se acerco, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles”.

      La Tradición de la Iglesia ha visto esta curación  como un símbolo  de la misma  Iglesia,  que es parte de la humanidad curada por Jesús de la fiebre que es el mal, y  que agradecida, hace como la suegra de Pedro: se pone a servir a los demás, dando gratis lo que gratis ha recibido. Esto mismo es lo que Jesús hacía con todos, y que escenificó en la última Cena, lavando los pies a sus discípulos, para escándalo de ellos. Jesús terminó diciendo: “Si yo, que soy el maestro y el Señor, os he lavado los pies, haced también vosotros lo mismo unos con otros”.

 El servicio evoca el momento central de la vida cristiana: La Eucaristía, memorial  de Jesús  que se entregó hasta dar la vida por todos, perdonándonos y   reconciliándonos  con Dios.

 LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: UN DÍA CON JESÚS

HOJA DOMINICAL DIOCESANA