sábado, 29 de septiembre de 2018

Día 30 de Septiembre de 2018. Domingo 26 del Tiempo Ordinario


LECTURAS


  • Números 11, 25-29
  • Salmo responsorial 18
  • Santiago 5, 1-6
  • Marcos 9, 38-43.47-48



       
      A veces juzgamos a la personas  desde prejuicios, bien porque no piensan  como nosotros, bien porque no son de nuestro grupo social o religioso, o simplemente juzgamos por lo que otros dicen. Esto es lo que aparece también en el evangelio de hoy: Juan sentía celos de  que uno que no era del grupo de Jesús curara en nombre de Jesús, y Jesús enmienda la plana a Juan, diciéndole"...uno que hace el bien en mi nombre no puede luego hablar mal de mí".
      En nuestro ambiente de tradición cristiana, se ha pensado muchas veces (equivocadamente) que lo que no lleva la etiqueta "cristiano" no vale o no es bueno. Y sin embargo, además de lo que ha dicho Jesús,, hace unos años el concilio Vaticano II  enseñó que: "La Iglesia Católica  nada rechaza de lo que en las religiones  hay de verdadero y de santo. Considera  con sincero respeto los modos de obrar  y de vivir..., que no pocas veces reflejan un destello de aquella  Verdad  que ilumina a todos los hombres, que es Cristo".
      Con lo dicho; Jesús nos enseña no sólo que Dios actúa en la Iglesia, sino que  también fuera de ella se hace el bien, se viven valores del evangelio; se trabaja por la justicia, por la liberación de la pobreza, por la dignidad humana y por la paz.
      La grandeza de nuestra fe consiste, no en sentirnos  superiores a los demás, sino en vivir  con agradecimiento, dejando  que el Espíritu de Dios nos ayude a examinarlo todo  y a retener  todo lo que es bueno.

QUIERO VER: AMPLIAR HORIZONTES, QUITAR BARRERAS


viernes, 21 de septiembre de 2018

Día 23 de septiembre. Domingo 25 del Tiempo Ordinario


LECTURAS

  • Sabiduría 2, 12.17-20
  • Salmo responsorial 53
  • Santiago 3, 16-4,3
  • Marcos 9, 30-37

      Cuando alguien inicia un negocio o proyecto, lo hace pensando en obtener unos beneficios, una ganancia. Los discípulos discutían entre ellos quién era el más importante, pensando que mayores serían los beneficios cuando Jesús triunfara,  esperando un triunfo terreno de Jesús, actitud muy humana, por otra parte. Pero Jesús les desbarata el plan y reorienta la mentalidad que tenían los discípulos, AL igual que el resto de judíos contemporáneos.
      Jesús les indica cuál es su camino: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán, y después de muerto, a los tres días resucitará". Y de paso les sugiere el camino a seguir ellos, que es el de Jesús: "El que quiera ser el primero, que sea el último y el servidor de todos", palabras que sólo entendieron tras la resurrección de Jesús.
       Jesús nos invita a ser el "primero", pero por un camino distinto al que nos apuntamos tantas veces, siguiendo la mentalidad del mundo. Jesús nos dice: ¿quieres ser el primero? ¡Muy bien! Pero no lo conseguirás machacando a los demás sino poniéndote al servicio del otro, realizando tu trabajo con amabilidad, facilitando las cosas.
        Cuanto más sirvamos y menos dominemos , entonces creceremos en humanidad y fraternidad, haremos posible más presencia de reino de Dios.

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: ACOGEDORES COMO ÉL


NUEVO DIÁCONO PERMANENTE EN NUESTRA DIÓCESIS: El 23 de septiembre y en la Parroquia de San Pablo de Albacete, a las 6 de la tarde, el Sr Obispo, D. Ciriaco Benavente, ordenará Diácono permanente a D. Antonio Alcaraz Pastor.


sábado, 15 de septiembre de 2018

Día 16 de Septiembre. Domingo 24 del Tiempo Ordinario


LECTURAS

  • Isaías 50, 5-9a
  • Salmo responsorial 114
  • Santiago 2, 14-18
  • Marcos 8, 27-35

      La gente que veía a Jesús, quedaba impresionada por su coherencia de vida, por su enseñanza y por  su empeño de lucha contra  el mal,   y se preguntaba si no sería el Mesías. De ahí que ante la pregunta de Jesús a los discípulos, Pedro salta espontáneamente  afirmando "Tú eres el Mesías" (el "ungido de Dios"). Pedro tiene fe en Jesús, pero una fe imperfecta, porque pensaba en un "mesianismo" humano  y triunfante,  como lo entienden los hombres, no como lo entiende Dios. Por ello, Jesús, de inmediato, muestra la otra cara de su mesianismo: "El hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado, ejecutado y resucitar al tercer día".
      Pedro y compañeros, discípulos de Jesús, no entendieron  que el camino de Jesús tenía que pasar por el sufrimiento. Y es que Dios se hizo hombre en Jesús con todos sus consecuencias, participando de las alegrías  y esperanzas  de los hombres y mujeres  de su tiempo, y asumiendo las responsabilidades y exigencias  que la vida le iban marcando, sufriendo incluso  incomprensión e injusticias que le llevaron a la muerte, antes de la resurrección.
      Conocer y seguir a Jesús, hoy, también  lleva consigo aceptar  el camino de nuestra  vida con las cruces que vamos encontrando, unas en razón de nuestra limitación humana, y otras  que los demás cargan sobre nuestras espaldas, fruto de torpezas o injusticias.
"Tomar la cruz y negarse a sí mismos", que dice Jesús, no es resignación, sino poner la responsabilidad y coherencia por encima de nuestros propios intereses egoístas, y eso, a veces, comporta cruces y sufrimiento.


miércoles, 12 de septiembre de 2018

Día 9 de Septiembre de 2018. Domingo 23 del Tiempo Ordinario

LECTURAS

Isaías 35, 4-7a
Salmo responsorial 145
Santiago 2, 1-5
Marcos 7, 31-37


      En el relato evangélico de hoy hay algunos elementos simbólicos: el sordo es curado en la región de la Decápolis, región pagana limístrofe junto a Galilea. Los judíos decían de los paganos que era  "sordos" y "mudos" porque no escuchaban la  palabra de Dios ni alababan a Dios. Con este signo se nos indica que la Buena Nueva de Jesús ha llegado también a los paganos, que escuchan y proclaman lo que Jesús dice y hace; de ahí la afirmación: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos  y hablar a los mudos", realizándose lo anunciado por Isaías: "Los ciegos verán, los sordos oirán, los mudos hablarán..."
    La palabra es nuestro medio de comunicación habitual. En el Prólogo de San Juan se afirme que "La Palabra de Dios se hizo carne". Dios nos habla por medio de Jesús, Dios hecho hombre, y por eso Jesús dirá con frecuencia al término de sus enseñanzas: "El que tenga oídos para oír, que oiga", lo que significa que el que sea capaz de oír en su interior, que oiga, porque hay personas que oyen por fuera pero no escuchan por dentro. 
     Sin embargo, hay personas que son grandes oyentes por dentro: Dios habla al oído del corazón, y las llamadas de Jesús se escuchan por dentro: los grandes conversos, los santos, y tantas "personas buenas" que viven cerca de nosotros, en nuestra familia, entre nuestros  vecinos: son así de buenas  porque  escuchan la voz de Dios en su interior y sin hacer ruido ni buscar el aplauso hacen el bien calladamente. Luego, cuando mueren es cuando reconocemos todo el bien que hacen. 
   "Dichosos los que escuchan la Palabra de Dios porque de ellos es el reino de los cielos", decía Jesús con frecuencia.


LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: ABRE LOS OÍDOS A LOS SORDOS

QUIERO VER: ESCUCHAR PARA PROCLAMAR

Día 9 de Septiembre de 2018. Domingo 23 del Tiempo Ordinario