sábado, 30 de marzo de 2019

31 de Marzo. Domingo 4º de Cuaresma


LECTURAS

  • Josué 5,9a.10-14
  • Salmo responsorial 33
  • Segunda Corintios 5, 17-21
  • Lucas 15,1-3.11-32
    La parábola  del evangelio de hoy retrata perfectamente cómo es el corazón  de Dios y cómo el del ser humano, reflejado en los tres personajes de la parábola: el padre y los dos hijos.
    Siempre  nos hemos fijado en la historia del hijo menor que se marcha descaradamente de la casa paterna, con atrevida falta de respeto hacia el padre, muy liberal por otra parte, y por el desarrollo hacia el fracaso de la vida que emprende, sintiéndonos identificados con él porque muchas veces nosotros hacemos algo parecido con Dios.
    Pero realmente, Jesús cuenta la parábola  pensando en los que  le criticaban, diciendo: "Ese acoge a pecadores y come con ellos". Esos que criticaban a Jesús están retratado  en el hijo mayor que vive en la casa del padre, pero que se enfada al ver a su hermano de vuelta al hogar.
    Las dos partes del relato: lo referido al hijo menor que se marcha y vuelve, como  lo referido al hijo mayor que se queda, y  se niega a participar de la fiesta por la vuelta del hermano perdido y recuperado, muestran el amor del padre hacia cada uno de los hijos, mostrando que Dios es  padre misericordioso para todo hombre y mujer.

HOJA DOMINICAL DIOCESANA


domingo, 24 de marzo de 2019

24 de Marzo de 2019. Domingo 3º de Cuaresma


LECTURAS

  • Éxodo 3, 1-8a.13-15
  • Salmo responsorial 102
  • Primera Corintios 10,11-6.10-12
  • Lucas 13,1-9
     El Dios que se revela a Moisés no es un Dios impasible e insensible, sino un Dios que escucha el clamor del pueblo, al que saca de la esclavitud de Egipto. Aquel pueblo  que salió de Egipto experimentó a Dios como Dios misericordioso.
     Y sin embargo cuantas veces en el imaginario de muchos, incluido cristianos, se piensa en un Dios que castiga y premia, "premiador de buenos y castigador de malos." que decía el viejo catecismo de mi infancia.
    Esa es la pregunta que subyace en la pregunta que  hacen a Jesús  sobre la masacre de galileos ordenada por Pilato. La respuesta de Jesús es que Dios no procede así: "¿Pensáis que esos galileos era más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no...". Por tanto, no es cristiana la idea que Dios vigila como un policía y se cobra la multa castigando.
   Somos nosotros los que  nos castigamos a nosotros mismos. Por ello, añade Jesús: "Si no os convertís, todos pereceréis  de la misma manera", frase que quiere decir, más bien, : Si no procedemos de otra manera, entonces malogramos nuestra existencia.
     La parábola de la higuera es esclarecedora: Dios nos regala los medios para que crezcamos como personas, y nuestra tarea no es tanto hacer cosas cuanto tomar conciencia  de lo que es el verdadero ser y vivir esa realidad a tope. Según vivamos con responsabilidad o no, vamos encontrando  nuestro premio o castigo, que nos concedemos nosotros mismos. 


LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: OS DIGO QUE NO.

QUIERO VER: SEGUNDA OPORTUNIDAD

sábado, 16 de marzo de 2019

Día 17 de Marzo. Domingo 2º de Cuaresma



DÍA DEL SEMINARIO



LECTURAS

  • Génesis 15, 5-12.17-18
  • Salmo responsorial 26
  • Filipenses 3, 17-4,1
  • Lucas 9,28b-36

      La Cuaresma nos invita a salir de " tu tierra", como dijo Dios a Abrahám. Para nosotros, "salir de tu tierra" es  abandonar la situación  en la que estamos instalados cómodamente, viviendo rutinariamente  el día a día;  es salir del caparazón   de nuestros egoísmos que, con frecuencia, hace  que nuestros ojos no vean y que nuestro corazón no sienta lo que pasa a nuestro alrededor, adoptando actitudes de indiferencia ante el que pasa necesidad, ajenos al que camina junto a nosotros; y también, sordos a la voz de Dios que nos llama porque nos quiere y nos asocia a su propia vida y alegría.
       Tres llamadas:  a Abrahán, al que  promete hacerle padre de un pueblo, y por ello la promesa de "una descendencia numerosa como las estrellas del cielo", y promesa de una tierra "entre el río de Egipto y el Gran río del Eúfrates".
       A San Pablo al que Jesús llamó, cambia de mentalidad y actitudes, y por ello anima a su querida comunidad de Filipos a que lo imiten como él imita a Jesucristo.
       Y Jesús que hace testigos de su transfiguración a sus tres discípulos más significativos, a los que les encarga, después de la resurrección, de ser testigos de lo que han contemplado en el monte.
       Hoy día, Jesús sigue haciendo su llamada y espera respuestas decididas y con alegría. Esto nos lo recuerda esta Jornada del  Día del Seminario, por lo que  la Iglesia nos invita a que sintamos el "Seminario,  misión de todos"; esto es, que oremos por las vocaciones, que creemos un ambiente propicio a las mismas, que las acojamos, las apoyemos y nos legremos porque alguno de nuestros jóvenes son llamados y responden con alegría a Jesús para servirlo en la Iglesia como sacerdotes, y para ello formarse según el modelo de Jesús el Buen Pastor, y esto se realiza en el Seminario. 
      Apoyemos con nuestra oración y colaboración económica la formación  de nuestros seminaristas..



LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: EL COMBATE POR LA LUZ

QUIERO VER: LA VOZ

HOJA DOMINICAL DIOCESANA


Los seminaristas en nuestra Parroquia:

 con niños de 3º de catequesis de iniciación cristiana



y con un grupo de Confirmación:








sábado, 9 de marzo de 2019

Día 10 de Marzo. Domingo Primero de Cuaresma.


LECTURAS

  • Deuteronomio 26,4-10
  • Salmo responsorial 90
  • Romanos 10,8-13
  • Lucas 4,1-13
     En días pasados, hemos podido contemplar desfiles llenos de colorido y música, disfraces y máscaras, como son los carnavales, fiestas populares que preceden a la Cuaresma.
     Podríamos darle la vuelta, y entender  a partir de estas imágenes qué es la Cuaresma. Es un camino para despojarnos de los disfraces y máscaras  que en el día a día vamos poniendo en nuestra vida y relaciones. Por tanto, la Cuaresma es un cambio en el que pasamos del disfraz, de lo externo y sobreañadido para llegar a lo interior. Es como el trabajo  de limpieza que se hace con una obra de arte cuando se restaura: se le quitan  las capas de suciedad o adherencias que el tiempo le ha echado encima ocultando lo auténtico, de modo que una vez restaurada, aparece la obra tal y como la creó su autor.
    La Cuaresma apunta a la Pascua, y en ella la renovación con más fuerza de nuestro compromiso  de seguir a Jesucristo, como haremos al renovar las promesas del bautismo, que debe ser un acto  que recoja las renuncias de todo aquello  que es contrario a la fe y contra lo que hemos luchado durante la Cuaresma, como se nos decía en la imposición de la ceniza. "Conviértete y cree en el Evangelio".

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: CUARENTA DÍAS.


QUIERO VER: CAMINO DE TENTACIONES


HOJA DOMINICAL DIOCESANA

sábado, 2 de marzo de 2019

Día 3 de Marzo de 2019. Domingo 8º del Tiempo Ordinario


LECTURAS

  • Eclesiástico 27,5-8
  • Salmo responsorial 91
  • 1ª Corintios 15,54-58
  • Lucas 6,39-45

    Jesús se dirige a sus discípulos, y por tanto, a nosotros, con una pregunta-proverbio: "Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? Todos entendemos el proverbio  y sabemos la respuesta.
    Un ciego fisiológico es una persona que no puede ver, que no ve la luz. LLevado el proverbio al plano espiritual  que es  en el que habla Jesús, significa que un ciego es el que no contempla la luz de Cristo, y por tanto, es incapaz de ver las realidades a la luz de Cristo.
    Por desgracia, son muchos los bautizados  que no tienen la luz de Cristo, bien porque la han perdido, bien porque no la han cultivado, de modo que aunque fueron iluminados, sin embargo, se han convertido en "miopes profundos" o con "cataratas" desde el punto de vista espiritual, porque de hecho no tiene una visión cristiana de la realidad. Son bautizados, pero como si no lo fueran, especie de "ciegos espirituales".
    Las palabras de Jesús nos indican  que el evangelio es para ser vivido. Y eso nos lo dice con otro proverbio: "No hay árbol bueno que dé fruto malo. Y no hay  árbol malo que dé fruto bueno. Con este juego de  palabras, Jesús nos dice que Dios nos ha hacho "árbol bueno", o como decía San Pablo: "hemos sido injertados en Cristo". Nuestras palabras y acciones son manifestación de los que somos, y la vida de los que seguimos a Jesús  se manifiesta, no tanto por los buenos deseos, cuanto por las actitudes  y actos concretos de nuestra vida de cada día.


LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: POR SU FRUTO SE CONOCE CADA ÁRBOL