sábado, 30 de enero de 2021

Día 31 enero de 2021. Domingo 4º del Tiempo Ordinario.

 LECTURAS

  • Deuteronomio 18,15--20
  • Salmo responsorial
  • 1ª Corintios 7,32-35
  • Marcos 1,21-28

Jesús está en los comienzos de su predicación, y lo hace con palabras y obras, como fue aquella primera curación. Una de las características de la Palabra de Dios es que realiza lo que dice, y Jesús manifestó su autoridad liberando   a aquel hombre del mal y llenándolo  de vida nueva.

Llama la atención la frase que sale de la boca del hombre poseído por el demonio: “¿Qué tenemos  que ver nosotros contigo Jesús nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros?”  No es una frase de película de terror, no. Es una frase que indica que donde está Jesús,  el mal no tiene nada que hacer, lo mismo que donde está la luz desaparece la oscuridad.

“Qué tenemos que ver nosotros contigo” es una queja  que, con frecuencia, podemos tener también nosotros  ante la Palabra de Dios que nos invita al perdón, al servicio, a la sencillez  y sinceridad de vida, a quitar de nuestra vida lo que es injusto, nuestros afanes materialistas, nuestra búsqueda de confort y nuestro espíritu mundano al margen del proyecto de Dios.

Todos queremos  que las cosas vayan a mejor, queremos un mundo mejor, pero muchas veces, al margen del proyecto de Dios,  y ya vemos los resultados: queremos el progreso, pero al precio de destrozar la naturaleza; queremos el progreso, aunque eso nos obligue a llevar mascarillas y llenar los hospitales.  Estas formas mundanas de actuar suponen la pregunta del evangelio de hoy: “¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Jesús Nazareno? ¿Has venido a acabar con nosotros?”

 LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: EN PIE DE GUERRA

HOJA DOMINCAL DIOCESANA

 DÍA DE LLA VIDA CONSAGRADA: 2 DE FEBRERO




sábado, 23 de enero de 2021

Día 24 enero de 2021. Domingo 3ª del Tiempo Ordinario.




      Desde el  concilio Vaticano II, la Iglesia ha dado pasos bien significativos en la tarea de dar a conocer la Palabra de Dios. Ha habido una gran divulgación de  materiales orientados a distintos ámbitos de la animación bíblica de la pastoral y los innumerables proyectos de lectura creyente de la Biblia en diócesis, parroquias y comunidades.
      En efecto, aquel Concilio Ecuménico dio un gran impulso al descubrimiento de la Palabra de Dios. Desde él, los sucesivos Pontífices han seguido la estela marcada por la constitución “Dei Verbum” y han cuidado mucho subrayar la importancia de la Palabra de Dios en la vida y misión de la Iglesia.
      El papa Francisco, a la luz de la XII Asamblea General del Sínodo de 2012 sobre la nueva evangelización, publicó la exhortación “Evangelii gaudium”, donde, además de estar cosida de abundantes citas y comentarios bíblicos, afirma que “toda la evangelización está fundada sobre la Palabra de Dios escuchada, meditada, vivida, celebrada y testimoniada” (EG 174).
      Tras la conclusión del Jubileo extraordinario de la misericordia, en el año 2013, e Papa pidió que se pensara en “un domingo dedicado enteramente a la Palabra de Dios para comprender la inagotable riqueza que proviene de ese diálogo constante de Dios con su pueblo. Un sueño hecho realidad al instituir el III Domingo del Tiempo Ordinario como “Domingo de la Palabra de Dios”.

 

          LECTURAS

  • Jonás 3,1-5.10
  • Salmo responsorial 24
  •  1 Corintios 7, 29-31
  • Marcos 1,14-20

El evangelista Marcos nos presenta, hoy, como un adelanto  sintetizado de la predicación de Jesús así como la respuesta  de los discípulos que siguieron a Jesús, formando un grupo  en  torno a él,  compartiendo vida y misión.

Más adelante, este mismo evangelio muestra  que no fue fácil formar tal grupo de discípulos,  que se resisten a abandonar su vieja mentalidad como los judíos de su tiempo,  que muchas veces no entienden lo que Jesús dice,  tienen miedo de hacerle preguntas, por ejemplo, cuando Jesús habla del sufrimiento, muerte y resurrección, que eran egoístas y tenían sus propios intereses, y Jesús con paciencia los va formando, corrigiendo, y preparando para que un día puedan continuar la propia misión que Jesús  les encomendará.

 Tampoco es fácil para nosotros hoy, ser discípulos de Jesús porque  como humanos que somos, participamos de la mentalidad del mundo, del ambiente cultural donde vivimos, buscamos lo cómodo aunque no siempre esté de acuerdo con lo que Dios tiene proyectado, nos dejamos arrastrar por las ideologías imperantes. ¿Cómo va a querer Dios que se elimine una vida inocente, por ejemplo, en el caso del aborto? ¿Cómo va a querer Dios que se corte una vida humana, como por ejemplo, con la eutanasia? Algunas ideologías  exultan de alegría diciendo que esto es progreso, que es  una conquista, que es un derecho humano. Esta es la mentalidad del mundo.

Por eso, cuando leemos hoy el evangelio, Jesús nos repite lo que dijo entonces a la gente: “Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios está cerca. Convertíos y creed en el Evangelio”. Así, Jesús nos llama a dejar  todo lo que impide el amor, el servicio, el perdón, la vida,  la confianza en Dios, y nos pide seguirlo viviendo según su Espíritu, en el lugar y situación donde cada uno le toca vivir.

 No dejemos para mañana lo  que podamos hacer hoy. Dejemos que la Palabra de Dios  nos purifique y disponga a creer en ella, como hicieron los habitantes de Nínive y  los  primeros discípulos de Jesús.


LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: EMPEZANDO DESDE GALILEA

HOJA DOMINICAL DIOCASANA


CON MOTIVO DE LA PANDEMIA  COVID-19

Siguiendo las indicaciones sanitarias sobre la COVID-19, en rápido aumento en nuestra ciudad, en esta parroquia se interrumpe la catequesis y demás actividades a excepción de las Eucaristías dominicales y de días laborables. También mantenemos la Misa de los domingos, a las 13,00h, dedicada especialmente a las familias y niños.

lunes, 18 de enero de 2021

17 enero de 2021. Domingo 2º del Tiempo Ordinario.



 

LECTURAS

  • 1 Samuel 3,3b-10.19
  • Salmo responsorial 39
  • 1 Corintios 6,13c-15a.17-20
  • Juan 1, 35-42


En el relato evangélico sobre el encuentro con Jesús de los primeros discípulos, al igual que en  la llamada de Samuel, aparecen “mediadores” o “indicadores”, que ayudan al encuentro con Dios o con Jesús. Así, en la 1ª lectura, leemos cómo Elí prepara a Samuel a escuchar y responder: “Si te llama la voz de nuevo, responde: “Habla, Señor que tu siervo escucha”. El Bautista mostró la identidad de Jesús diciendo: “Este es el Cordero de Dios”; igualmente Andrés, después de estar con Jesús, le dice a su hermano Simón: “Hemos encontrado al Mesías” y lo llevó a Jesús.

Nosotros también necesitamos la mediación de otras personas  que nos ayuden a identificar a Jesús, presente en nuestro mundo, en nuestra vida cotidiana, y así poder distinguir la voz de Dios  de otros muchos ruidos de nuestro entorno. Y nosotros si somos de verdad seguidores convencidos  y entusiasmados de Jesús debemos ser “mediadores” o “indicadores”  que lleven a otros a Jesús para que lo reconozcan presente en su historia y para que descubran el bien que su presencia puede hacer en sus vidas. En verdad, todo cristiano convencido, tenemos una gran responsabilidad, como  nos dice el mismo Jesús: “Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis”.

 Así por ejemplo, los padres cristianos que bautizan a sus hijos y, más tarde,   los llevan a catequesis son “mediadores”; pero no basta  con limitarse a pedir el bautismo y organizar una fiestecita familiar y ya, en espera de la 1ª comunión en que habrá una segunda fiesta, y nada más.  Al bautizar a un niño-a, el sacerdote pregunta a los padres: “¿Sabéis que al bautizar  a vuestro hijo-a, os obligáis e educarlo en la  fe para que vuestro hijo-a ame a Dios y al prójimo como nos enseña el Evangelio?  Los padres responden: “Si, lo sabemos”. Esto significa que si es respuesta sincera, la educación de la fe se debe dar en el día a día, con palabras y con una vida cristiana ejemplar por parte de padres,  y así ayudar a conocer y seguir a Jesús

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: AL PASO DE JESÚS

         HOJA DOMINICAL DIOCESANA

   

 


La Iglesia celebra la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos del 18 al 25 de enero de 2021. “Permaneced en mi amor y daréis fruto en abundancia” (cf. Jn 15, 5-9), estas palabras de Jesús a sus discípulos son el lema de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos.

domingo, 10 de enero de 2021

10 enero de 2021. Domingo del Bautismo del Señor.



 LECTURAS

  • Isaías 55, 1-11
  • Salmo responsorial
  • 1 Juan 5,1-9
  • Marcos 1,7-11

Marcos destaca dos elementos esenciales: el Espíritu y la voz del cielo. Con la venida del Espíritu  sobre Jesús, se está indicando que se inaugura una etapa nueva en las relaciones de Dios con la humanidad. Y la voz del cielo está indicando quién es Jesús,  y cómo lo que  dice y hace cuenta con el aval del cielo, es decir, de Dios.

El evangelio de  Marcos destaca que la “vida pública” de Jesús comienza con la voz del cielo: “Tu eres mi Hijo amado, en ti me complazco”, y termina  con la  voz de un pagano al pie de la cruz, el centurión que manda sobre los soldados,  y que  viendo a Jesús expirar, confiesa: “Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios”. Con   la voz del cielo en el bautismo, y con las palabras del centurión romano tras la muerte,  nos está indicando que si alguien se siente escandalizado por lo que Jesús dijo e hizo , y que lo llevó a la muerte, debe saber que no es un blasfemo, sino que es el Hijo de Dios guiado por el Espíritu.

Los cristianos,  que lo somos porque fuimos bautizados  poco después de nacer, tenemos el peligro de entender la fe  como  un conjunto de creencias y mandamientos que cumplimos por “obligación”, y que con cumplirlos parece   que nos deja la conciencia  tranquila. Esta manera de entender y vivir la fe puede  generar un tipo de cristiano aburrido, sin deseo de Dios  ni pasión alguna por contagiar una fe viva a los demás. Esto puede ocurrirnos  cuando el  formar y cultivar la fe no ocupa un lugar en nuestra vida de cada día.

Cuando sintamos  la alegría interior de ser seguidores de Jesucristo, y vivamos con alegría el intento de seguir  su estilo de vida, cuando vengamos con ganas e ilusión por  encontrarnos con nuestros hermanos en la fe a celebrar la Eucaristía cada domingo, y salgamos de aquí un poco más transformados por lo que celebramos,  con ganas de contagiar nuestra fe a otras personas, entonces podremos decir que nos sentimos hijos de Dios y hermanos  unos de otros, y podremos decir que somos cristianos convertidos y convencidos.

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: PUEBLO DE DIOS EN SALIDA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA


sábado, 2 de enero de 2021

Día 3 de enero de 2021. Domingo 2º después de Navidad.

 

LECTURAS

  • Eclesiástico 24,1-2.8-12
  • Salmo responsorial
  • Efesios 1,3-6.15-18
  • Juan 1,1-18

 

El evangelista Juan, en el Prólogo de su evangelio, con un lenguaje intelectual nos habla de quién es Jesucristo, Dios que existe desde siempre,  y desde su encarnación y nacimiento en Belén,  verdadero Dios y verdadero hombre.

La 1ª lectura del Eclesiástico es como una profecía de Jesucristo, porque afirma que la Sabiduría  de Dios  ha puesto su tienda entre nosotros, como ha dicho también el evangelio de San Juan: “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”. Así, a Dios que es transcendente, nadie lo ha visto ni puede contemplarlo como es  en sí mismo, sin embargo se nos ha revelado en el Niño nacido en Belén, y al mismo tiempo nos revela el proyecto de Dios sobre todo hombre y mujer, a quienes ha creado a su imagen y semejanza.

Así,  en Jesucristo descubrimos el rostro  humano de Dios como dijo el mismo Jesús de sí mismo: “Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre”, y al mismo tiempo nos enseña lo que Dios ha puesto de divino en cada persona, y por eso nos enseña a ser y vivir como hijos de Dios. Jesús, al venir al mundo se encarnó en una tierra concreta, el país de los judíos como podía haber elegido otro lugar, pero fue aquel país, con su historia,  con sus aciertos y errores.

Nosotros, cristianos en la diversidad de razas, culturas y contextos históricos, estamos arraigados en una tierra  concreta, en nuestro caso Albacete.

 Lo mismo que Jesús, Dios hecho nombre, vivió el Reino de Dios  en la tierra de los judíos, también nosotros  tenemos que vivir nuestra condición de ciudadanos cristianos  en medio de este ambiente social e histórico concreto de Albacete, y vivir según la manera de hacer  de Dios, como vemos y aprendemos de Jesús, quien nos pide que vivamos atentos a las personas, que seamos luz para  los demás, y que se note que somos discípulos suyos, porque nos amamos, siendo  reflejos del amor que Dios nos ha manifestado en Jesucristo.


    LECTIODIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: VIDA NUEVA PARA EL AÑO NUEVO

HOJA DOMINICAL DIOCESANA