sábado, 26 de septiembre de 2020

Día 27 septiembre de 2020. Domingo 26 del TiemPo Ordinario.

 

JORNADA MUNDIAL DEL MIGRANTE Y REFUGIADO

Como Jesucristo, obligados a huir

      El domingo 27 de septiembre de 2020 se celebrará la 106ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR). Con el lema “Como Jesucristo, obligados a huir”, el Papa Francisco nos exhorta este año a descubrir y a conocer más a fondo la realidad de los desplazados internos y nos invita a celebrar la Jornada en nuestra comunidad.


LECTURAS

  • Ezequiel 18,25-28
  • Salmo responsorial
  • Filipenses 2,1-11
  • Mateo 21,28-32


 La escena evangélica de hoy se desarrolla  en una discusión entre Jesús y los judíos observantes de la Ley,  quienes lo criticaban  por su forma de tratar a los pecadores para quienes Jesús siempre tiene una mano tendida,  frente a los fariseos y dirigentes judíos, partidarios de  “mano dura” con tales personas. Por eso, Jesús dirige la parábola del evangelio  a los “sumos sacerdotes y ancianos del pueblo”, las élites religiosas y dirigentes del pueblo judío. La parábola de hoy es una dura crítica de Jesús hacia aquellos que dicen pero no hacen,  o que saben la letra de la Ley, pero luego no son coherentes con sus  exigencias.

Igual que el domingo pasado, se vuelve a nombrar la “viña”, símbolo del mundo, dónde Dios nos pide trabajar. Esto es lo que Dios quiere, que nos apliquemos en las tareas ordinarias de la vida, haciendo que mejoren las relaciones en la familia, en el trabajo,  en las relaciones sociales, también en la Iglesia, la familia cristiana de la que todos formamos parte. Por el bautismo somos hijos de Dios, pero una cosa es serlo y estar inscritos en el libro de bautismo de la parroquia y obispado, y otra cosa es actuar de verdad  como hijos de Dios.

En la parábola, el  hijo primero dijo a su padre: “no quiero”, pero luego fue a trabajar; el segundo dijo: “voy, señor”, pero no fue”. Esta situación nos lleva a recordar aquellas otras palabras de Jesús: “no todo el que diga, Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre que está en los cielos”. Seremos juzgados no por las veces que nos equivoquemos, sino  por las veces en que  sepamos  rectificar. Así lo hemos leído en las últimas líneas de Ezequiel (1ª lectura): “Cuando el malvado se convierte de la maldad que hizo y practica el derecho y la justicia, él salva su propia vida”.

  Nuestro mundo no es un mundo de perfectos; cuantas veces “decimos” pero  “no hacemos”, o no hacemos lo que debiéramos hacer. Probablemente todos tenemos nuestras contradicciones. Por eso,  al principio de la misa, nos confesamos pecadores y pedimos perdón. ¡Cuántos santos fueron grandes pecadores! Pero se convirtieron, rectificaron, y se entregaron de lleno a la causa de Jesús para el bien de los demás. Ellos son gloria de la Iglesia y un ejemplo para nosotros.

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: EL CAMINO DE LA JUSTICIA

 CATEQUESIS DE INICIACIÓN CRISTIANA


- Jueves, 1  octubre: reunión de todos los catequistas, a las 18,00h.
- Viernes, 2 octubre: reunión de padres y catequistas de 1º año y párroco, a las 18,00h.

 

sábado, 19 de septiembre de 2020

Día 20 de septiembre 2020. Domingo 25 del Tiempo Ordinario

 

LECTURAS

  1. Isaías 55,6-9
  1. Salmo responsorial
  1. Filipenses 1,20c-24-27a
  1. Mateo 20,1-16


Para comprender la lectura del evangelio de este domingo nos puede servir como preparación previa lo que nos dice Isaías de Dios (1ª lectura): “nuestro Dios es rico en perdón”;  y también: “mis planes no son vuestros planes, mis caminos no son vuestros caminos”.

Jesús nos muestra los planes de Dios, con una lógica distinta  de la nuestra,  que Jesús  ilustra  con la parábola que  leemos hoy, donde se manifiesta la bondad de Dios, que podemos resumir en tres puntos:

-Dios no trata a sus hijos, hombres y mujeres, según los criterios de la productividad en el trabajo, sino que busca ante todo el bien  de toda persona,  con un esmero especial hacia los menos privilegiados.

-La lógica de la bondad de Dios no es la lógica  de los gestores de la economía y de la política, como  responde el dueño de la viña a los que protestan: “Quiero darle a este igual que a ti, ¿o vas a tener tú envidia  porque yo soy bueno?”

-La solución de los problemas que afectan a tantas personas vendrán, no tanto de los economistas y políticos, sino de un cambio de mentalidad en las personas, en quienes prime el sentido humanitario. El evangelio nos hace  leer la vida de otra manera, entendiéndola al estilo de Dios  como nos revela Jesús.

La frase final del evangelio termina diciendo: “Así, los primeros serán últimos, y los últimos, primeros”. A nosotros,  nos corresponde leer el evangelio en clave actual, ya que hoy nosotros, bautizados desde niños y crecido en una tradición cristiana,  nos podemos considerar los primeros,  haciendo como los judíos  del tiempo de Jesús, que pensaban que por ser judíos ya estaba todo hecho.

Dios nos llama a todos a trabajar en su campo que es el mundo. Hagámoslo según los planes y criterios de Dios, siendo bondadosos,  compasivos,  solidarios en este mundo y momento en que nos toca vivir, con atención especial a los más débiles: ancianos, enfermos, niños, marginados por distintos motivos.


LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: DIOS LLAMA A TODAS HORAS

 COMIENZO DE LA CATEQUESIS CURSO 2020-21


El día 6 de octubre, comenzaremos de nuevo la catequesis. Los grupos de los años anteriores, conservan el mismo día y la misma hora: los de 2º año: miércoles; los de 3º año: jueves,  a las 6 de la tarde.

Está abierto el periodo de nuevas inscripciones para aquellos niños-as de  7 años, que cursan normalmente  2º  de Primaria. Los padres pueden pasarse por el despacho parroquial donde recogerán la ficha de inscripción y una carta para los padres, en la que se ofrecen los datos de interés  para un principio de catequesis.

El día de catequesis para estos niños de nueva inscripción será los martes, también a las 6 de la tarde. 

sábado, 12 de septiembre de 2020

Día 13 de septiembre. Domingo 24 del Tiempo Ordinario

 

LECTURAS

  1. Eclesiástico 27,30-28,7
  1. Salmo responsorial
  1. Romanos 14,7-9
  1. Mateo 18,21-35


La enseñanza  de Jesús en el evangelio es provocada por la pregunta que hace Pedro a Jesús si ”hay que perdonar hasta siete veces”, ¡que no son pocas! A lo que Jesús responde: “No solo siete, sino setenta veces siete”, es decir siempre; en definitiva, se trata de hacer nuestra  la actitud misericordiosa de Dios. Y esto Jesús lo explica con la parábola que hemos leído.

La parábola nos recuerda  que el perdón no tiene límites, y quien ha sido perdonado tiene motivos, más que nadie, para proceder de la misma manera con los demás.  En la parábola hay un gran contraste: un empleado  que es perdonado de una deuda enorme, imposible de pagar, y a continuación  no es capaz de perdonar una pequeña deuda a su compañero. Esto es un retrato de cómo somos tratados por Dios y como  nos falta humanidad en el trato entre nosotros. Aquí se muestra la doble vara de medir: queremos que sean tolerantes con nosotros, a la vez que somos exigentes con los demás. Queremos que Dios nos perdone generosamente, mientras que somos intolerantes  y hasta vengativos con los demás.

El perdón nunca ha sido fácil. Perdonar no significa ignorar las cosas, ni justificar injusticias, ni perder la dignidad. Muchos se creen que si perdonan son como personas blandas, como que les falta algo. Cuando una persona ha sido tratada injustamente o ha recibido un duro golpe contra su dignidad, es lógico que psicológicamente le quede  un resabio difícil de olvidar. Pero una cosa es que quede el recuerdo de aquella herida recibida, lo mismo que quedan las cicatrices de un accidente, y otra   distinta es el que se mantenga el ansia de venganza si se presenta la ocasión, porque la persona que vive así, removiendo la herida pasada, será siempre victima de sus recuerdos, y no descansará.

Perdonar es dejar de lado los justos  y legítimos derechos, dando paso a la generosidad y el amor, siguiendo el estilo de Dios. Y para que eso llegue a ser realidad, hay que  trabajarlo interior, también ayudados por la Palabra de Dios y con mucha oración. Que la palabra de Dios  de hoy nos ayude a rezar el Padre nuestro con toda su autenticidad “Perdona nuestras ofensas como  también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: VIVIR LA COMUNIÓN