sábado, 30 de mayo de 2020

Día 31 de mayo de 2020. Domingo de Pentecostés



LECTURAS

  • Hechos de los Apóstoles 1,1-11
  • Salmo responsorial 103
  • 1 Corintios 12,3b-7,12-13
  • Juan 20,19-23



 Hace 50 días celebramos el día de la Resurrección del Señor o Pascua,  la fiesta cristiana por excelencia. Pentecostés, o fiesta del Espíritu Santo, es el cierre de estos 50 días del llamado tiempo pascual.
Con esta fiesta celebramos que Jesús ha cumplido su promesa del envío de un nuevo Defensor, el Espíritu de la verdad, que  guía, ilumina y abre la mente y el corazón de los discípulos para comprender adecuadamente quién es Jesús y qué significado  tiene todo lo que él enseñó con su palabra y con su forma de vida.
 Los discípulos que estaban encerrados en la casa, al recibir el Espíritu Santo, se sienten llenos de fuerza y valentía para salir a la calle y hablar de Jesús, compartiendo con los demás aquello de lo que han sido testigos. De grupo cerrado se convierte en grupo abierto,” Iglesia en salida”: “como el Padre me envío así os envío yo”, y los envía con la presencia y fuerza del Espíritu: “Recibid el Espíritu Santo”.
Por esto, Pentecostés es el día del “Apostolado seglar”, es decir, que todos los cristianos somos “bautizados y enviados” a los ámbitos dónde  nos ha tocado vivir: en la familia, en el trabajo, con los vecinos y amigos, en la parroquia.
 San Pablo, en la 2ª lectura, nos habla de la Iglesia como cuerpo con diferentes  miembros, y del buen funcionamiento de dichos miembros depende que el cuerpo  que es la Iglesia disfrute de buena salud.
 Dios nos llama a que cada cual aportemos  lo mejor de nosotros  mismos para edificación de todos, y seamos una Iglesia sana,  ejemplar,  testigos creíbles ante el mundo, de modo que los que aún no son creyentes puedan decir: “oímos hablar de las maravillas de Dios en nuestra propia lengua” es decir, que nuestro estilo de vida sea coherente con lo que significa nuestra fe cristiana.
Para que esto se haga realidad, hace falta estar atentos al Espíritu y crear las condiciones para hacerlo vida en nosotros: escucha atenta de su palabra con decisión de ponerla en práctica, Eucaristía dominical en que nos reunimos como familia de Jesús resucitado, y  búsqueda del bien común, con una atención preferencial a los más débiles como hacía Jesús.





LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE  HELLÍN:  INFUNDIR CALOR DE VIDA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

HORARIO DE MISAS DE VERANO


     Como hacemos cada año, con el mes de junio iniciamos el horario de Misas de verano hasta que finalice septiembre, y que será como se indica a continuación:
    De martes a sábado, la Santa Misa será a las 20,00h. Los Domingos no cambia, y por tanto es  a las 12,00h.
     En nuestra parroquia no se celebra Misa ni los lunes ni el domingo por la tarde.



sábado, 23 de mayo de 2020

Día 24 de mayo de 2020. Domingo de la Ascensión del Señor


LECTURAS

  • Hechos de los Apóstoles 1,1-11
  • Salmo responsorial
  • Efesios 1,17-23
  • Mateo 28,16-20



El relato de la Ascensión es una narración simbólica, con la que se nos dice que Jesucristo,  Dios hecho hombre, tras haber cumplido su recorrido histórico, pasó al ámbito de Dios, como confesamos en el Credo: “al tercer día resucitó de entre los muertos, subió al cielo y está sentado a la derecha del Padre”. 
Así, la fiesta de la Ascensión es un aspecto de la resurrección, que no consiste en recuperar simplemente la vida, sino que Jesús  entra en la  gloria de Dios, llevando a su plenitud la humanidad que asumió al venir al mundo,  liberada de toda limitación, convertida  en  humanidad divinizada.
 Para nosotros, la  Ascensión  indica que a donde ha llegado Jesucristo, Cabeza de la Iglesia, estamos llamados a llegar todos, y por eso, Dios que es rico en misericordia, hace una llamada prioritaria a la Iglesia para que continúe la misión de Jesús, como indicó Jesús resucitado: “Como el Padre me envió, así  os envío yo también”. Y esto mismo lo leemos  y escuchamos  en las últimas líneas del evangelio de hoy: “Id al mundo entero y anunciad el Evangelio, enseñando  todo lo que yo os he mandado”.
 En el evangelio, las últimas palabras de Jesús son: “Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el final de los tiempos”.
En estos últimos domingos Jesús  nos ha hablado de enviarnos el Espíritu Santo, que el Padre y él vendrán a cada uno de nosotros, y hoy nos asegura su presencia continua.

Dios está en el interior de cada uno, pero lo que hace falta es que tomemos conciencia de ello. La oración, los sacramentos, son los medios que nos ayudan a vivir la presencia de Dios en cada uno.


LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: YO ESTOY CON VOSOTROS


HOJA DOMINICAL DIOCESANA

Desde el martes pasado estamos celebrando la Eucaristía en la Parroquia. Durante el mes de mayo mantenemos el mismo horario de invierno: las misas de tarde , a las 19,30h,  (excepto lunes y domingo), y el domingo, a las 12,00h.
Recordamos las normas sanitarias que hay que guardar mientras no se pase a la Fase 2:

- Venir con tiempo suficiente, antes de iniciar la celebración, y así tomar las medidas higiénicas y logísticas que se indican.
- Evitar aglomeraciones en la puerta del tempo, y mantener las distancias  en todo momento, por ejemplo, 1,5 metros.
- La capacidad de personas en el la iglesia grande es de 90 personas; en la capilla, 24 personas.
- Es obligatorio llevar mascarilla al ser espacio cerrado.
- En la entrada de la iglesia  habrá gel hidroalcohólico.
- Dentro de la iglesia deben ocupar el lugar marcado en cada banco, donde se guardan las distancias de seguridad.
- Se ruega vayan ocupando los bancos delanteros, para mejor proceder      al final  de la celebración a desinfectar los que han sido usados.
- Mantengan siempre la distancia se seguridad: 1,5 metros al ir a tomar la comunión
- No se da el gesto de la paz.
- Comulgar siempre poniendo la mano.
- No dejen mascarillas ni guantes sobre el banco.
- A la salida de la iglesia habrá una papelera para depositar guantes y mascarillas que deseen tirar.


domingo, 17 de mayo de 2020

Día 17 de mayo de 2020. Domingo 6º de Pascua


LECTURAS

  • Hechos de los Apóstoles 9,5-8.14-17
  • Salmo responsorial 65
  • 1 Pe 3,15-18
  • Juan 14,15-21
     En nuestro ambiente social, de vieja raigambre cristiana, son muchos los que ponen en cuestión la existencia de Dios; buena parte de los jóvenes se declaran no creyentes o dicen no pertenecer a religión alguna;  cada años, los niños que  celebran la primeras comunión abandonan masívamente la práctica cristiana, y muchos que nos decimos cristianos y practicantes, andamos como encogidos, y con frecuencia, sentimos vergüenza de manifestarnos como cristianos.
     La Palabra de Dios que escuchamos hoy viene a iluminar  esta situación que vivimos, llenos de desconcierto y faltos de confianza. Jesús nos dice: "Yo pediré al Padre que s envíe otro Defensor, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad". También recordamos aquellas otras palabras de Jesús: "vosotros seréis mis testigos en Jerusalén, Samaría y hasta los confines del mundo". Es lo que les ocurre a aquellos primeros cristianos, que saliendo de Jesusalén por causa de la persecución, van a Samaría y a otros lugares, y allá donde van surgen nuevos discípulos que se incorporan a la comunidad. Seguro que  admiraban en los discípulos  de Jesús el estilo ejemplar de vida, y luego preguntarían por qué esa forma de vida,  los discípulos les hablaban de Jesús, muerto y resucitado, y que les había transformado su vida.
      También el apóstol Pedro, en la carta que dirige a los cristianos del Asia Menor, que vivían en situación de persecución o al menos vigilados por las autoridades, les anima y dice: "estas dispuestos a dar explicación   de vuestra esperanza a quien os lo pida,  pero hacedlo con  delicadeza y respeto".
       ¿Que debemos hacer nosotros? Lo mismo que dijo Pedro: que demos razón de nuestra fe, con nuestras obras y palabras, allí donde vivimos y nos movemos: nuestra familia, círculo de amigos, en el trabajo, y especialmente  con el testimonio de la buena atención a los ancianos, enfermos, no creyentes, tratándolos con delicadeza y respeto; en definitiva, haciendo  vida nuestro signo de identidad: "Amaos como yo os he amado".

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: ACOMPAÑAR EN LA SOLEDAD

HOJA DOMINICAL DIOCESANA


APERTURA DE LA PARROQUIA AL CULTO

De acuerdo con la normativa vigente, de nuevo abrimos las puertas de la  Parroquia al culto público, manteniendo los mismos horarios de misas hasta que establezcamos el horario de verano, en el mes de junio.
Así pues recordamos:

- Misas, de martes a sábado: 19,30h.
- Domingos y festivos: 12,00h.

  Siguiendo la normativa establecida por las autoridades sanitarias,  como prevención contra el contagio del coronavirus (COVID-19), rogamos tengan en cuenta la medidas a tomar,  y que indicamos a continuación.


Se ruega:
- Venir con tiempo suficiente, antes de iniciar la celebración, y así tomar las medidas higiénicas y logísticas que se indican.
- Evitar aglomeraciones en la puerta del tempo, y mantener las distancias  en todo momento, por ejemplo, 1,5 metros.
- La capacidad de personas en el la iglesia grande es de 90 personas; en la capilla, 24 personas.
- Es obligatorio llevar mascarilla al ser espacio cerrado.
- En la entrada de la iglesia  habrá gel hidroalcohólico.
- Dentro de la iglesia deben ocupar el lugar marcado en cada banco, donde se guardan las distancias de seguridad.
- Se ruega vayan ocupando los bancos delanteros, para mejor proceder      al final  de la celebración a desinfectar los que han sido usados.
- Mantengan siempre la distancia se seguridad: 1,5 metros al ir a tomar la comunión
- NO se da el gesto de la paz.
- Comulgar siempre poniendo la mano.
- De dejen mascarillas ni guantes sobre el banco.
- A la salida de la iglesia habrá una papelera para depositar guantes y mascarillas que deseen tirar.
- Durante la celebración no se realizará la Colecta. Pero  al final de la Iglesia,  al salir podrán depositar su colaboración para el mantenimiento de la parroquia.

domingo, 10 de mayo de 2020

Día 10 de mayo de 2020. Domingo 5º de Pascua


LECTURAS

  • Hechos de los Apóstoles 6,1-7
  • Salmo responsorial 32
  • 1 Pedro 2,4-9
  • Juan 14,1-12
      Jesús celebraba la última Cena con sus discípulos, y el ambiente era tenso: Jesús había hablado de traición, de negaciones y de su partida. Viendo Jesús el estado de perplejidad de los discípulos les dirige unas palabras invitando  a la calma y confianza: “No se turbe vuestro corazón: creed en Dios, creed también en mi; en la casa de mi Padre hay muchas moradas”. Con estas palabras Jesús  indica que en el corazón de Dios tienen cabida todos, o lo que es lo mismo, en la familia de Dios hay sitio para todos.       Los discípulos escuchando a Jesús no acaban de entender, y Felipe, a modo de  portavoz del resto de compañeros,  pide a Jesús que vaya al grano: “Señor, muéstranos al Padre, y nos basta”. Tal vez, Felipe esperaba una manifestación espectacular de Dios, sin embargo, la respuesta sencilla de Jesús lo dice todo: “Quien me ha visto  a mí, ha visto al Padre”. Con estas breves palabras  Jesús les está revelando que lo que ellos han contemplado en la predicación y signos que él ha realizado, en todo ello se ha manifestado Dios, porque Jesús  es la “foto visible” del Dios invisible: “creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras”.
         Pues bien, Jesús no solo nos habla, sino que nos acompaña. El domingo pasado lo hacía con la imagen del "pastor", hoy con la imagen del "camino". Él es el camino que conduce a Dios, Creer en este Jesús que está con nosotros, en el día a día, es  motivo de alegría, como nos dice el papa Francisco: "La alegría del evangelio llena el corazón  y la vida entera de los que  se encuentran  con Jesús" (EG 19)
         El evangelista Juan, en el Prólogo de su evangelio, ya lo decía: "A quienes lo recibieron les da poder  de ser hijos de Dios". Jesús es el acceso a Dios; no hay otro atajo: "Nadie va al Padre sino por mí".


LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: DIJO JESÚS: "CREED"

HOJA DOMINICAL DIOCESANA


NORMAS SANITARIAS A TENER EN CUENTA CUANDO ACUDAMOS AL TEMPLO EN TIEMPOS DEL COVID-19



sábado, 2 de mayo de 2020

Día 3 de mayo de 2020. Domingo 4º de Pascua


LECTURAS

  • Hechos de los Apóstoles 2,1-4a.36-4
  • Salmo responsorial 22
  • 1 Pedro  2, 20b-25
  • Juan 10,1-10


El evangelio de hoy  no habla de apariciones como en domingos pasados, pero no nos apartamos del tema de Pascua  como Jesús nos ha dicho expresamente en la última línea del evangelio: “Yo he venido para tengan vida y vida abundante.
 “Entrar por la puerta” que es Jesús, es lo mismo que acercarse a él y darle nuestra adhesión, esto es, asemejarse a él; ir como él en busca del bien de toda persona. Él es la vida, y el que posee esa vida alcanza la salvación, como dice Jesús: “no pasará hambre, no pasará sed”. Así, Jesús identifica el pasto con el pan de vida que es él mismo: “Yo he venido para que tengan vida, y vida abundante”.
Hoy es la jornada de oración por las vocaciones: a la vida consagrada, al matrimonio, al sacerdocio. Todos los cristianos hemos sido llamados por Jesucristo a seguirlo, como las ovejas que oyen la voz del pastor y lo siguen. Esta es nuestra vocación primigenia: ser discípulos de Jesús, ¡cristianos!
Todo cristiano que tiene una responsabilidad: padres, maestros, sacerdotes,  dirigentes políticos, catequistas, responsables de empresas, etc., debemos preguntarnos. ¿Sirvo a los que me han sido confiados, buscando el bien de ellos, o me sirvo de ellos para mi bien e interés particular? ¿Somos  “buen pastor”,  o por el contrario, “ladrones” y “salteadores”?

No olvidemos  que nosotros, a imagen del buen pastor, somos llamados a ayudar a crecer a las personas que tenemos a nuestro lado, sea en la familia, en el trabajo, en el barrio,  en la Iglesia.