viernes, 27 de abril de 2018

Día 29 de Abril. Domingo 5º de Pascua


LECTURAS

  • Hechos de los Apóstoles 9, 26-31
  • Salmo responsorial 21
  • 1ª Juan 3, 18-24
  • Juan 15, 1-8

      En el evangelio se presenta Jesús como la vid que Dios ha plantado en el mundo, y sus discípulos son como los sarmientos que reciben la savia de la vid.
      En el evangelio se repite una y otra vez  la misma idea. Con ello, se indica  que unidos a Jesucristo participamos de su vida, que es la vida del Padre, es decir, la vida  de Dios.
      El domingo pasado se hablaba de un solo rebaño; hoy se habla de  una sola vid. Jesús y sus discípulos somos una realidad como la vid y los sarmientos  son una misma realidad. Estar unidos a Jesucristo significa y exige estar unidos a los demás discípulos como la vid y los sarmientos están unidos. 
      Estar unidos a Jesucristo resucitado implica  que su palabra está sembrada en mi mente y en mi corazón, y esto se verifica en las obras de cada día, viviendo lo que Jesús vivió y enseñó. Por eso, repetía Jesús: "por los frutos se conocerán  quienes son mis discípulos. Y el apóstol Juan nos ha dicho, en la 2ª lectura: "No amemos de palabra y de boca; sino de verdad y con obras... En esto conocemos que somos de la verdad...en que nos amamos  unos a otros como él nos mandó".

sábado, 21 de abril de 2018

Día 22 de Abril de 2018. Domingo 4º de Pascua


LECTURAS

  • Hechos de los Apóstoles 4, 8-12
  • Salmo responsorial 117
  • 1 de Juan 3,1-2
  • Juan 10, 11-18
     Jesús usó la imagen o metáfora del "buen pastor", aplicándola a sí mismo. 
     Con esta imagen el evangelio nos ofrece una enseñanza: Jesús es el "pastor" bueno, que no busca su propio beneficio sino que los demás vivan, y por ello se "desvive" por los demás ; y  como el "buen pastor" conoce a sus ovejas y ellas le conocen y escuchan su voz; va delante del rebaño  en busca de buenos pastos, las defiende en caso de peligro, cura a las ovejas  heridas, y se echa sobre los hombres la más débil.
     Como en Jesús resucitado reside toda la fuerza de Dios, podemos fiarnos de él, ya que nos protege continuamente y nos asegura su presencia cada día.
     Jesús encomendó a su Iglesia  la tarea de  ejercer el "pastoreo" en su nombre, y en consecuencia es una llamada  a los responsables de nuestras comunidades cristianas,  y muy en concreto a los sacerdotes, para ejercer su tarea según el modelo que es Jesucristo, el "Buen Pastor", y esto se hace extensivo a todos los cristianos que se precien de ello porque o somos "discípulos misioneros" o no somos cristianos. 
      Por extensión, el figura del "buen pastor" puede ser un test que nos permite valorar  y distinguir los buenos o malos  dirigentes políticos. En nuestro caso de España,  tenemos un variopinto mosaico de dirigentes  que nos da que pensar. ¿Que diría Jesús?

viernes, 13 de abril de 2018

Día 15 de Abril. Domingo 3º de Pascua


LECTURAS

  • Hechos de los Apóstoles 3, 13-15.17-19
  • Salmo responsorial 4
  • 1 Juan 2, 1-5
  • Lucas 24, 35-48
      Las lecturas de este domingo ponen de relieve lo esencial  de la resurrección de Jesús: su presencia viva y alentadora que, frente al desaliento y tristeza  de los discípulos por la muerte  de Jesús, acaba con las dudas y renueva la fe, rehaciéndose de nuevo  el grupo de los discípulos.
      Los dos de Emaús, después de descubrir a Jesús "al partir el pan", vuelven atrás,  llenos de alegría y con prisa para comunicar le buena nueva a sus compañeros discípulos; y en aquel contexto de compartir la buena noticia, se produce un nuevo hecho: Jesús "se presentó en medio de ellos y les dice "paz a vosotros". La primera reacción es de escalofrío, creen que se trata de un fantasma. Pero el Resucitado les dice: "Por qué os alarmáis? Soy yo en persona".
      Hoy día, entre nosotros, esa cercanía de Jesús se realiza a través de la Palabra de Dios, de los sacramentos, especialmente la Eucaristía, y también a través de la oración personal y comunitaria. Cuando escuchamos la Palabra de Dios, cuando celebramos la Eucaristía, entonces se acepta la compañía de Jesús resucitado, quien transforma nuestra mente  y corazón  con una existencia nueva, esto es, una existencia marcada por la fe, porque entonces ocurre lo que nos  dice san Juan en la segunda lectura, que"quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado  en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él".

lunes, 9 de abril de 2018

Día 8 de Abril de 2018.Domingo 2º de Pascua


LECTURAS

  • Hechos 4, 32-35
  • Salmo responsorial 117
  • 1 Juan  5, 1-6
  • Juan 20, 19-31

      Por una parte, la fe para que sea auténtica y existencial exige unA decisión y adhesión  personal  que nos permite decir: "Yo creo en el Dios de Jesucristo".              Pero llegamos a creer en Jesucristo y en el Dios  que él nos ha revelado, gracias al testimonio de aquellos primeros  discípulos que fueron compañeros de Jesús, testigos de todo lo que dijo e hizo, testigos de su pasión y muerte, y además,  tuvieron la experiencia de la presencia de Jesús resucitado.
      El Resucitado les hizo un trile regalo: los llenó de paz y alegría, les confió su propia misión y les comunicó  el Espíritu Santo, que los llenó de fuerza y valentía.
Por tanto, la fe en Jesús tiene un contenido personal: "Yo creo en ti Jesús", o con palabras del apóstol Tomas: "Señor mío y Dios mío"; y además,tiene  una proyección social: lo mismo que Jesús salió al encuentro   de los discípulos y "se dejó ver" provocando la fe en él, así también, Jesús encargó su propia misión a los discípulos:"Como el Padre me ha enviado, así os envío yo".
       En nuestra parroquias tenemos pancartas que rezan: "A tu encuentro"  y "Discípulos misioneros", que son síntesis del envío que hizo  y hace Jesús a su Iglesia, a los discípulos de la primera hora y a los discípulos del siglo XXI, que somos nosotros. Porque también nosotros somos enviados a comunicar la buena noticia a nuestros hermanos, amigos y personas con quienes entramos en relación.

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN:  VER CON LAS MANOS

QUIERO VER: CREER

viernes, 6 de abril de 2018

1 de Abril de 2018. Domingo de Resurrección


LECTURAS


  • Hechos 10, 34a. 37-43
  • Salmo 117
  • Colosenses, 3, 1-4
  • Juan 20, 1-9
    


¡Aleluya, Cristo ha resucitado!
¡Aleluya, Cristo vive hoy!


     Después de aquel primer sobresalto al ver el sepulcro abierto y vacío, Jesús "se dejó ver", nos dicen los relatos evangélicos, en este tiempo de Pascua.

     La resurrección del Señor es el punto de partida de nuestra fe en Jesucristo, vencedor del mal y de la muerte. Además, la Resurrección  dio a los discípulos la fuerza del Espíritu de Dios, y  venciendo respetos humanos y miedos,  se convierten en testigos cualificados que no pueden dejar de contar públicamente  todo aquello que han vivido   junto al amigo y profeta Jesús. 

     Viendo a Jesús resucitado los discípulos entienden  que lo que ha hecho Jesús es lo que Dios quiere, y que seguir a Jesús es adoptar su mismo estilo de vida así como los valores que vivió y enseñó.
     Todos los personajes que aparecen en escena, en el evangelio  "corren", con lo que se nos sugiere la necesidad  de una fe activa y comprometida por saber sobre Jesús, y una fe pronta para  para "salir al encuentro" y llevar la buena noticia  de Jesús a otros, como hicieron María Magdalena, Pedro y Juan, ejemplos de "discípulos misioneros".

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: RESUCITÓ

QUIERO VER: VIO Y CREYÓ