domingo, 2 de febrero de 2025

Día 2 febrero de 2025. Presentación del Señor. Jornada de la Vida Consagrada.

 


LECTURAS

  • Malaquías 3, 1-4
  • Salmo responsorial 23,7-10
  • Hebreos  2,14-18
  • Lucas 2, 22-32

    El evangelio no da detalles sobre el rito de la presentación del Niño, sin embargo, destaca el protagonismo de dos personas ancianas muy sencillas, Simeón y Ana. Estos personajes no eran funcionarios del templo, sino personas que mantenían viva en su corazón la esperanza de la venida del Mesías. De alguna forma, Dios les inspiró para descubrir, en medio de tantos otros niños y rituales que allí se realizaban, que aquel niño humilde que llevaban María y José venía de Dios.

     Simeón y Ana son dos figuras que representan aquellas personas que, en una vida de silencio y oración, buscan descubrir la presencia de Dios en el mundo. Santa Teresa de Jesús comentando esta escena evangélica, pone a Simeón y Ana como prototipos de quienes, consagrados o consagradas al Señor, perseverantes en la oración, desean encontrarse con Él, y por la gracia del Espíritu Santo ven cumplida su esperanza.

    Esta fiesta de la Presentación de Jesús en el Templo, nos lleva a tener presente en nuestro recuerdo y oración a tantos cristianos y cristianas que viven su bautismo con una consagración especial: son los religiosos y religiosas de congregaciones, institutos seculares y asociaciones de vida apostólica. “Peregrinos y buscadores de esperanza” es el Lema de esta Jornada de la Vida Consagrada, que la Iglesia celebra en este día de la Presentación del Señor. Los religioso y religiosas son cristianos que caminan por la vida siguiendo a Jesús, junto con los demás cristianos, siendo “Iglesia en salida”, como dice el Papa, viviendo la misión según la luz que es Jesús, concretado en la tarea misionera propia de cada congregación.

     Simeón reconoce que  Niño es “luz para alumbrar a las naciones y gloria de su pueblo Israel”. Jesús es la luz que nos ilumina en medio de las oscuridades que hay en nuestro mundo y también dentro de nuestros corazones. La luz de Jesús no es la luz de la inteligencia del saber académico, sino la luz  del amor, que nos hace amar a los otros, iluminándolos con su amor.



LECTIO DIVINA PARROQUIA  SAN ISIDRO DE ALMANSA


HOJA DOMINICAL DIOCESANA