lunes, 27 de enero de 2025

Día 26 enero de 2025. Domingo III del Tiempo Ordinario. Domingo de la Palabra.

 


LECTURAS

Nehemias 8,2-4a.8-10
Salmo responsorial 18, 8-10.15
1 Corintios 12,12-30
Lucas 1,1-4; 4,14-21



      La proclamación de la Palabra o lectura personal del Evangelio tienen la misión de ir transformando nuestras vidas, pasando de ser no creyentes a ser creyentes en el Dios de Jesucristo, porque la Palabra nos abre a la fe. Y siendo creyentes la Palabra nos ayuda a conocer cómo vivir nuestra condición de hijos de Dios y discípulos de Jesús, ya que Jesús es el testigo del Padre, es la Palabra eterna que está junto a Dios, y es Dios. Por ello, dirá Jesús ante sus discípulos, horas antes de su muerte, respondiendo al apóstol Felipe: “Tanto tiempo que estoy con vosotros y, ¿aún no me conoces, Felipe?; quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. Lo que yo os digo, no lo hablo por cuenta propia… Creedme: yo estoy en el Padre y el Padre en mí. Si no, creed a las obras”.

     La Palabra de Dios es buena noticia, como hemos leído en Nehemías, porque quiere transmitirnos la alegría y el coraje que dan saber que Dios nos ama y está contento de que seamos hijos suyos y miembros de su pueblo. Por tanto, escuchar y acoger la Palabra es escuchar y acoger a Jesús mismo, quien ha venido a traer definitivamente buenas noticias de parte de Dios a los desvalidos, a los cautivos, a los ciegos, a los oprimidos, cómo dijo en la sinagoga de Nazaret.

      Quienes acogemos a Jesús formamos su familia o comunidad, como nos ha recordado San Pablo en la 2ª lectura: cada bautizado es importante; somos distintos miembros de un mismo cuerpo en el que Jesucristo es su Cabeza, y dónde todos, cada uno viviendo nuestra condición de cristianos, nos sentimos solidarios de las alegrías como de los sufrimientos de quiénes lo formamos.

     Cuando recitamos el Credo, cada domingo a una sola voz, es una respuesta comunitaria a la Palabra proclamada y recibida, manifestando nuestra comunión con Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, y comunión con todos los cristianos.


LECTIO DIVINA PARROQUIA SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA