lunes, 14 de agosto de 2023

Día 15 agosto de 2023. Asunción de María.

 


LECTURAS 

  • Apocalipsis 11,19; 12,1-6a.10ab
  • Salmo responsorial  131, 6-7.9-10.13-14
  • 1 Corintios 15,20-27
  • Lucas 1,39-56

 

     Esta fiesta luminosa que celebramos hoy, se celebra en toda la Iglesia. En muchos pueblos y ciudades de nuestra geografía, como bien sabemos, se celebran las fiestas locales, en honor de la Virgen, a veces con advocaciones particulares. Pero el motivo principal es que María, la madre de Jesucristo y madre nuestra, está ya en los cielos y participa de la vida de Dios totalmente como primicia de toda la humanidad y que, por gracia de Dios, ha vencido al mayor enemigo que es la muerte.

     Esto mismo es lo que decimos en el cuarto misterio glorioso del Rosario: “Asunción de la Virgen a los cielos en cuerpo y alma”, y en el quinto misterio lo completamos diciendo que “es coronada como reina de cielo y tierra, mediadora de gracia y madre nuestra”, expresiones que expresan su proximidad a su hijo resucitado, y junto a Él realiza su función de interceder por todos nosotros.

      Por ello, nosotros los cristianos la invocamos como madre y pedimos su intercesión, porque en ella encontramos a una madre que escucha, ella que es de los nuestros y sabe lo que es el dolor, el fracaso, la humillación, la solidaridad,  como hemos escuchado hoy en el Evangelio, visitando a Isabel para ayudarla en sus últimos meses de embarazo; ella que alivió a los novios de Caná de Galilea, indicando a su hijo la falta de vino; ella que estuvo a los pies de la cruz acompañando a su hijo Jesús en su pasión y muerte. Porque María es nuestra madre espiritual, la invocamos con confianza, y también acudimos a ella para darle gracias aprendiendo también a ser misericordiosos y solidarios con los demás, nuestros hermanos y personas necesitadas como lo fue ella.