LECTURAS
Después de un
tiempo de actividad de Jesús y de trato con sus discípulos, les hizo la
pregunta del evangelio, que Jesús nos hace hoy a nosotros sus discípulos:
“¿Quién decís que soy yo?”, es decir: “¿Qué significo para vosotros?”
En medio de sus compañeros, Pedro toma la palabra y hace una afirmación que resume la profesión de fe cristiana: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”. Pero la fe de Pedro y de los apóstoles se tendrá que purificar, porque para Pedro y los discípulos no fue fácil entender el sentido profundo de aquella profesión de fe que hizo, cómo escucharemos el domingo próximo.
También, nuestra fe debe ser
formada, purificada, cuidada, y por eso cada día necesitamos de conversión, y preguntarnos si de verdad los valores y enseñanzas de Jesús cuentan en nuestra
vida, y se pueden percibir por los frutos que damos, porque es, en nuestro estilo de vida, en el que se debe manifestar quién es Jesús para mí.
Quiénes así viven no consideran la fe en
Jesucristo como algo relevante; se dicen cristianos, pero conservan una fe
indiferente y apática, sin ninguna repercusión en su propia vida. Así lo dicen
muchos: “soy cristiano, pero no practicante”. Cristianos así no puedan dar una
respuesta a la pregunta de Jesús “¿Quién decís que soy yo?”.