LECTURAS
- Hechos de los Apóstoles 1,1-11
- Salmo responsorial 46, 2-3.6-7.8-9
- Efesios 1,17-23
- Lucas 24,46-53
¿Cómo podemos entender hoy la Ascensión del Señor al cielo?
La expresión de Hechos y del evangelio de
Lucas: “Jesús fue elevado al cielo hasta que una nube se lo quitó de la vista”
es una forma de indicarnos que terminada la vida
y misión histórica de Jesús, participa plenamente de la misma Vida de Dios. Así, la palabra “cielo” más que un lugar es la forma de designar a Dios,
por lo que al decir que Jesús “subió al cielo”, estamos afirmando que su
dimensión humana, asumida en la encarnación, ha llegado a su plenitud absoluta
y eso de manera definitiva.
Por tanto la fiesta de la Ascensión, lo mismo que le Resurrección, significa que el final del “hombre Jesús de Nazaret” no fue
la muerte sino la Vida. La muerte fue un momento o “paso” de su vida histórica a la Vida en plenitud que es Dios. Y
de cara a nosotros, la Ascensión significa también que el horizonte de toda vida humana es Dios, gracias a Jesucristo; de ahí que sea y lo llamemos con toda propiedad nuestros Salvador. Así, nuestro final histórico no termina en la nada, sino que culmina en Dios mismo quien nos asocia a su
Vida, como prometió Jesús: “En la casa de mi Pare hay muchas estancias; voy a
prepararos un lugar, para que donde yo estoy estéis también vosotros”. Esto
mismo lo dice san Juan con otras palabras: “Sabemos que cuando se manifieste el
Señor, entonces lo veremos tal cual es porque seremos semejantes a él”; esto
es: seremos divinizados, participando de la gloria de Dios.
La
fiesta de la Ascensión es celebración de
la esperanza cristiana, porque celebramos que estamos invitados a estar con Jesucristo glorioso y junto con todos los que nos
han precedido y están en Dios. Pero, la esperanza cristiana no significa desentendernos de los
problemas y responsabilidades de
este mundo, sino que nos impulsa a trabajar por un mundo más humano como hizo Jesús que
pasó por el mundo haciendo el bien, desgastándose
por los demás hasta entregar su propia vida para nuestra salvación.
La
Fiesta de la Ascensión es una clara alusión a nuestra futura gloria en Dios,
gracias a Jesucristo que nos reúne en su Iglesia de la que somos
parte. -
HOJA DOMINICAL DIOCESANA
PRIMERAS COMUNIONES
- 28 mayo 2022
¿Cómo podemos entender hoy la Ascensión del Señor al cielo?
La expresión de Hechos y del evangelio de
Lucas: “Jesús fue elevado al cielo hasta que una nube se lo quitó de la vista”
es una forma de indicarnos que terminada la vida
y misión histórica de Jesús, participa plenamente de la misma Vida de Dios. Así, la palabra “cielo” más que un lugar es la forma de designar a Dios,
por lo que al decir que Jesús “subió al cielo”, estamos afirmando que su
dimensión humana, asumida en la encarnación, ha llegado a su plenitud absoluta
y eso de manera definitiva.
Por tanto la fiesta de la Ascensión, lo mismo que le Resurrección, significa que el final del “hombre Jesús de Nazaret” no fue
la muerte sino la Vida. La muerte fue un momento o “paso” de su vida histórica a la Vida en plenitud que es Dios. Y
de cara a nosotros, la Ascensión significa también que el horizonte de toda vida humana es Dios, gracias a Jesucristo; de ahí que sea y lo llamemos con toda propiedad nuestros Salvador. Así, nuestro final histórico no termina en la nada, sino que culmina en Dios mismo quien nos asocia a su
Vida, como prometió Jesús: “En la casa de mi Pare hay muchas estancias; voy a
prepararos un lugar, para que donde yo estoy estéis también vosotros”. Esto
mismo lo dice san Juan con otras palabras: “Sabemos que cuando se manifieste el
Señor, entonces lo veremos tal cual es porque seremos semejantes a él”; esto
es: seremos divinizados, participando de la gloria de Dios.
La
fiesta de la Ascensión es celebración de
la esperanza cristiana, porque celebramos que estamos invitados a estar con Jesucristo glorioso y junto con todos los que nos
han precedido y están en Dios. Pero, la esperanza cristiana no significa desentendernos de los
problemas y responsabilidades de
este mundo, sino que nos impulsa a trabajar por un mundo más humano como hizo Jesús que
pasó por el mundo haciendo el bien, desgastándose
por los demás hasta entregar su propia vida para nuestra salvación.
La
Fiesta de la Ascensión es una clara alusión a nuestra futura gloria en Dios,
gracias a Jesucristo que nos reúne en su Iglesia de la que somos
parte.
HOJA DOMINICAL DIOCESANA
PRIMERAS COMUNIONES
28 mayo 2022