«Hacia un <nosotros> cada vez más grande» es el lema con el que se celebra esta Jornada el 26 de septiembre. Y el objetivo, tomar conciencia de la situación del mundo en el que vivimos ante el desafío de las migraciones y las oportunidades que nos ofrecen de cara al futuro.
LECTURAS
- Números 11, 25-29
- Salmo responsorial 18
- Santiago 5,1-6
- Lucas 9,38-43.45.47-48
Hoy comienza el evangelio con una queja:
Juan, el discípulo más joven de Jesús, dice a Jesús que hay una persona que echa demonios en su nombre y que se lo han
querido impedir porque no es del grupo de discípulos. La respuesta de Jesús fue: “No se lo impidáis” porque lo
que importa es que el bien sea
hecho. Estas palabras de Jesús son una invitación a la tolerancia, al respeto y
a la alegría por el bien, lo haga quien lo haga, “porque el que no está contra
nosotros, está a favor nuestro”, dice
Jesús.
Aquí podemos preguntarnos: ¿Puede colaborar como voluntaria de Cáritas una persona no creyente o de otra religión? Según la respuesta de Jesús, una persona no creyente debería ser recibida y puede colaborar en Caritas siempre que acepte el ideario de Cáritas: su buena acción y buena colaboración siempre será buena acción y buena colaboración como la de un cristiano. En la misma línea, los cristianos también debemos estar dispuestos a trabajar en iniciativas de carácter cívico, social o humanitario, aunque no sean iniciativas de la Iglesia, porque contribuir a mejorar la sociedad es construir Reino de Dios. Es en este sentido en el que el papa Francisco nos dice que seamos ”Iglesia en salida”, que demos testimonio de nuestra fe más allá de los muros de nuestros templos. Es lo que decía Jesús: “Vosotros sois la sal de la tierra; vosotros sois la luz del mundo, que brille vuestra luz ante los hombre para que den gloria a Dios”.
Crisis migratorias en pandemia
Un año más, complicado por la pandemia, los obispos también quieren hacer presente en su mensaje las dramáticas crisis migratorias, tanto en las fronteras de Canarias como en Ceuta y Melilla. «Las personas vulnerables en movimiento -recuerdan- siguen llamando a nuestras fronteras. Con ellas sentimos que estamos juntos en un mundo plagado de catástrofes, de guerras y consecuencias del cambio climático que siguen obligando a muchos a salir de su tierra».
También muestran su preocupación y rezan «por el dolor de quienes, a poco de llegar, intentan abrirse paso en nuestra sociedad y que, en poco tiempo, ha agrandado sustancialmente su desigualdad».
En este tiempo, «hemos aprendido a constatar que todos estamos interconectados, que compartimos destino y viaje. Sabemos que estamos en el mismo barco en medio de muchas tormentas, donde o permanecemos juntos, o perecemos juntos», añaden los obispos.
HOJA DOMINICAL DOCESANA