LECTURAS
- Hechos de los Apóstoles 4, 8-12
- Salmo responsorial 117
- 1 de Juan 3,1-2
- Juan 10, 11-18
Jesús usó la imagen o metáfora del "buen pastor", aplicándola a sí mismo.
Con esta imagen el evangelio nos ofrece una enseñanza: Jesús es el "pastor" bueno, que no busca su propio beneficio sino que los demás vivan, y por ello se "desvive" por los demás ; y como el "buen pastor" conoce a sus ovejas y ellas le conocen y escuchan su voz; va delante del rebaño en busca de buenos pastos, las defiende en caso de peligro, cura a las ovejas heridas, y se echa sobre los hombres la más débil.
Como en Jesús resucitado reside toda la fuerza de Dios, podemos fiarnos de él, ya que nos protege continuamente y nos asegura su presencia cada día.
Jesús encomendó a su Iglesia la tarea de ejercer el "pastoreo" en su nombre, y en consecuencia es una llamada a los responsables de nuestras comunidades cristianas, y muy en concreto a los sacerdotes, para ejercer su tarea según el modelo que es Jesucristo, el "Buen Pastor", y esto se hace extensivo a todos los cristianos que se precien de ello porque o somos "discípulos misioneros" o no somos cristianos.
Por extensión, el figura del "buen pastor" puede ser un test que nos permite valorar y distinguir los buenos o malos dirigentes políticos. En nuestro caso de España, tenemos un variopinto mosaico de dirigentes que nos da que pensar. ¿Que diría Jesús?