Seguimos preparando la venida del Señor y la palabra de Dios nos anima a ello: "Una voz grita en le desierto...preparad el camino al Señor; allanad sus senderos", escuchamos en las lecturas. Se habla de "desierto" y de "senderos". El desierto es sinónimo de vacío. Nuestro mundo actual o nuestra realidad social tiene mucho de desierto, de formas de vida donde la superficialidad y las apariencias son las que cuentas; en definitiva, una búsqueda tramposa de lo novedoso que se compra y se vende, para convertirse en algo caduco y vacío.
Las palabras del Bautista "preparad el camino al Señor:::" significan ver de otra manera la realidad, poniendo esfuerzo y compromiso donde hay quejas y vida fácil; que nuestros proyectos, decisiones y acciones favorezcan un clima social , político y económico que tenga en cuenta el bien integral de las personas o bien común.
El mensaje del primer domingo de Adviento era "velad y vigilad"; en este 2º domingo se nos pide "preparad el camino al Señor", con doble acción: por una parte, que se note en nuestra vida personal y comunitaria que Dios ha nacido en nosotros por el bautismo, y ello debe llevarnos a una conversión permanente, abandonando lo que impide que Dios se haga presente en nosotros; y por otra parte, se nos encarga la misión de anunciar la venida de Jesús a quienes, por diversas razones, puede que ni lo esperan ni saben quién es Jesucristo.