El Papa clausura el Jubileo de la Misericordia
invitando a "no cerrar nunca la puerta de la reconciliación y del
perdón"
"Dios no tiene memoria del pecado sino de nosotros; siempre es posible
volver a comenzar, levantarse de nuevo".
Al ser la Fiesta de Cristo Rey, también se centró en la figura del rey singular que fue Jesús, quien vivió nuestra condición humana, probó nuestra condición más ínfima: la injusticia,la traición, abandono; experimentó la muerte, el sepulcro, los infiernos... Legó hasta los confines del universo para salvar a todo viviente".
Jesús no condena sino que muestra la misericordia del Padre, que siempre tiene las puertas abiertas para acogernos. Por ello, el papa nos pide que no cerremos nunca la puerta de la reconciliación y el perdón. Y lo mismo que Dios cree en nosotros, también nosotros estamos llamados a infundir esperanza y dar una oportunidad a los demás.
El día anterior, el 19 de noviembre, en la catedral de Albacete, abarrotada de gente, el Sr. Obispo D. Ciriaco, en el marco de una celebración eucarística cerro también la puerta santa del Año Jubilar de la Misericodia.