LECTURAS
- Elesiastés 1,2;2,21-23
- Colosenses 3,1-5.9-11
- Salmo responsorial 89
- Lucas 12,13-21
Vivimos en un mundo dónde la economía es la primera preocupación. La práctica en nuestra sociedad es la que describe Jesús en el evangelio: "derribar graneros y construir otros más grandes"; así, en Europa se multa a los países que producen más de lo pre-establecido por la Comisión correspondiente, porque eso hace bajar los precios, y aunque haya hambre en el mundo, antes destruir que compartir.
Jesús sabe que el ser human necesita de bienes materiales para vivir, y que crear empleo es necesario para tener acceso a los bienes de la tierra. Pero Jesús insiste en que los bienes materiales, siendo importantes, no son los definitivos, pues lo importante no es lo que le viene al ser humano de fuera, sino lo que se encuentra en su interior: su capacidad de compartir lo que es y lo que tiene. Por eso dice "ser ricos ante Dios". San Pablo nos dice cómo serlo, viviendo como "resucitado con Cristo", lo que nos debe motivas a vivir según nuestra nueva condición de quienes esperan la resurrección. y viven ya según lo que esperan.