LECTURAS
- Deuteronomio 6, 2-6
- Salmo responsorial 17, 2-3a.3bc-4.47.51ab
- Hebreos 7, 23-28
- Marcos 12,28b-34
La respuesta de
Jesús al maestro de la ley sigue siendo válida para nosotros. Es como si Jesús
le respondiera, y nos respondiera a cada uno de nosotros: Lo único importante
es amar. No hay nada más decisivo que amar a Dios con todo el corazón y amar a
los demás como nos amamos a nosotros mismos.
El amor es lo que verdaderamente da sentido a nuestra vida; es la clave
de nuestra vida personal y social. Hoy el evangelio
nos invita a centrarnos en lo esencial, a vivir lo que nos construye, nos
humaniza.
Hoy no nos basta
con un Dios de catecismo, con un Dios aprendido de memoria. Necesitamos hacer
la experiencia interior de Dios y desde el evangelio, la oración y la
Eucaristía, encontrarnos vitalmente con Él, y desde Él, salir al encuentro de
los otros: encontrarnos con los hambrientos, los desnudos, los emigrantes, los
enfermos, y todos los necesitados. Jesús
nos invita a descubrir que lo esencial siempre tiene un rostro humano, por eso
dirá: “lo que hicisteis a uno de estos pequeños, mis hermanos, a mí me lo
hicisteis”.
En estos
días pasados, hemos contemplado la tragedia provocada por las lluvias
torrenciales en Letur, Utiel y otros pueblos próximos a Valencia. Al mismo
tiempo que la desgracia, descubrimos muchos gestos de solidaridad, tantas
personas que han dejado sus casas y se han desplazado para ayudar en las tareas
de limpieza. Seguro que habrá otros gestos de ayuda económica solidaria para
hacer frente a tantas necesidades y problemas que han sobrevenido a los vecinos
de dichos pueblos. Estos son gestos de amor, amor al prójimo que es también
amor a Dios, para quien no pasan desapercibidos, al contrario, encontrarán
palabras de felicitación por parte de Jesús: “Lo que hiciste en favor de los
damnificados, me lo has hecho a mí”.
Nuestra oración
hoy puede ser: Señor, que sepamos acoger el amor que tú nos ofreces siempre;
ayúdanos a procurar que quienes nos rodean se sientan amados de verdad.
LECTIO DIVINA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE ALMANSA
HOJA DOMINICAL DIOCESANA
La respuesta de Jesús al maestro de la ley sigue siendo válida para nosotros. Es como si Jesús le respondiera, y nos respondiera a cada uno de nosotros: Lo único importante es amar. No hay nada más decisivo que amar a Dios con todo el corazón y amar a los demás como nos amamos a nosotros mismos. El amor es lo que verdaderamente da sentido a nuestra vida; es la clave de nuestra vida personal y social. Hoy el evangelio nos invita a centrarnos en lo esencial, a vivir lo que nos construye, nos humaniza.
Hoy no nos basta
con un Dios de catecismo, con un Dios aprendido de memoria. Necesitamos hacer
la experiencia interior de Dios y desde el evangelio, la oración y la
Eucaristía, encontrarnos vitalmente con Él, y desde Él, salir al encuentro de
los otros: encontrarnos con los hambrientos, los desnudos, los emigrantes, los
enfermos, y todos los necesitados. Jesús
nos invita a descubrir que lo esencial siempre tiene un rostro humano, por eso
dirá: “lo que hicisteis a uno de estos pequeños, mis hermanos, a mí me lo
hicisteis”.
Nuestra oración
hoy puede ser: Señor, que sepamos acoger el amor que tú nos ofreces siempre;
ayúdanos a procurar que quienes nos rodean se sientan amados de verdad.