LECTURAS
Podemos
preguntarnos: ¿nos parecemos a la viuda pobre del evangelio que entrega de
corazón lo que tiene, o damos solo de lo que nos sobra? Al decir “dar”, no
pensemos solo en dinero, sino que, pensemos también en estar cerca de los
demás, dedicándoles nuestro tiempo y atención, en nuestra familia y con los de
fuera.
La auténtica
relación con Dios comienza cuando empezamos a compartir, no de lo que nos sobra,
sino compartir aquello de lo que tenemos necesidad, porque compartir significa
“partir-con el otro”, es decir, dar parte al otro.
Recordemos la
valoración que hace Jesús: “Esa pobre viuda ha echado en el arca más que nadie,
porque ha echado lo que tenía para vivir”.
Junto al drama que sufren tantas familias, valoramos la valentía y coraje de tantos miles de personas que, de todas partes de España, se están desplazando para ayudar en la limpieza de dichos lugares. Lo mismo, tantas personas que están colaborando enviando alimentos, medicinas y dinero, para echar una mano en ese drama humano.