LECTURAS
- Hechos de los Apóstoles 1,1-11
- Salmo responsorial 46,2-3.6-7.8-9
- Efesios 1,17-23
- Mateo 28,16-20
- La Resurrección, la Ascensión y Pentecostés son
aspectos diversos del mismo acontecimiento que es la Pascua. Estas solemnidades
las celebramos en momentos distintos como pedagogía para poner de relieve el
rico contenido que hay en el hecho de pasar Cristo de este mundo al Padre. La Ascensión de Cristo, más que una
"subida" es un paso del tiempo a la eternidad, de lo visible a lo
invisible, de este mundo oscuro a la luz de Dios. Cuando decimos que Jesús subió
al cielo, no queremos decir que subió como un satélite asciende al espacio donde
están las estrellas; el sentido del “cielo” en el que hablamos hoy, no es un
lugar sino un estado personal en Dios, que es amor.
- La Ascensión
de Jesús tiene un gran sentido simbólico para todos nosotros los cristianos.
Nos recuerda que es urgente evangelizar y trabajar por el Reino de Dios según
mandato de Jesús resucitado. Esta tarea,
que antes la realizaba Jesús, queda en manos de la Iglesia bajo la guía del
Espíritu Santo. Ahora Jesucristo se hace presente en la oración, en el grupo de
cristianos que celebramos los sacramentos, especialmente la Eucaristía, y en
las obras de amor que hagamos a los demás.
-
Y Jesús nos da un triple mandato: “Id a todos los
pueblos de la tierra…” (por eso la Iglesia es “católica”: universal), “anunciad
el Evangelio a todos y bautizad a los que crean “(evangelizar y hacer
discípulos), y “haced lo que os he mandado” (acción y compromiso desde el
amor). Por tanto, la Ascensión es un modo de hablar para
decir que Jesús está en Dios y con Dios, pero sigue con nosotros y que ahora la
misión de evangelizar es tarea nuestra, con la convicción que la manera de ser
del cristiano es la manera de ser de Cristo: “Amaos los unos a los otros como
yo os he amado”.
Y Jesús nos da un triple mandato: “Id a todos los pueblos de la tierra…” (por eso la Iglesia es “católica”: universal), “anunciad el Evangelio a todos y bautizad a los que crean “(evangelizar y hacer discípulos), y “haced lo que os he mandado” (acción y compromiso desde el amor). Por tanto, la Ascensión es un modo de hablar para decir que Jesús está en Dios y con Dios, pero sigue con nosotros y que ahora la misión de evangelizar es tarea nuestra, con la convicción que la manera de ser del cristiano es la manera de ser de Cristo: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”.
LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA
HOJA DOMINICA DIOCESANA
PRIMERAS COMUNIONES
21 de Mayo 2023