viernes, 31 de diciembre de 2021

Dia 1 enero de 2022. Santa María, Madre de Dios. Jornada mundial de la paz.

 



LECTURAS

  • Números 6,22-27
  • Salmo responsorial 
  • Gálatas 4,4-7
  • Lucas 2,16-21

En Navidad, como su nombre indica,  poníamos el acento en el nacimiento de Jesús; hoy,  teniendo por marco el Niño acostado en el pesebre y  visitado por los pastores, nos fijamos en la madre del Niño,  la joven María, que se convierte en Madre de Dios, en cuanto que Dios,  toma carne humana  de María de Nazaret. San Pablo (2ª lectura), de manera concisa nos habla de la madre y de la misión  del  Hijo, hecho hombre, nacido de mujer,  para rescatarnos del pecado y hacernos hijos de Dios por adopción. Igualmente nos dice que que confesar a María como Madre de Dios  es creer que Jesucristo es el Hijo de Dios hecho hombre. Comenzar el año  con esta afirmación es comenzar el año  con esperanza.

 El evangelio resalta un detalle a tener en cuenta;  “María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”. Esta fue una actitud constante en María,  quien interiorizaba lo que iba sucediendo en torno a su hijo, y  buscaba el significado de todo aquello. En aquel momento María descubría que los humildes, como eran los pastores, eran amados de Dios, y seguro que más adelante, cuando oía de Jesús,  ya adulto, lo que hacía en su predicación, le daría vueltas a las cosas, descubriendo cómo Dios amaba a los enfermos  y  pecadores, a los que curaba y perdonaba, llenándolos de esperanza  mostrándoles el rostro misericordioso de Dios.

En este principio de año, vivimos y celebramos religiosamente los favores que Dios nos concede de manera gratuita y silenciosa. Por Jesucristo, Dios nos bendice y protege, asegurándonos que Él está siempre de nuestra parte porque  quiere que la vida de sus hijos crezca desarrollando cada cual sus  propias capacidades.


JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ


MENSAJE DEL PAPA FRANCISCO EN LA JORNADA MUNDIAL DE LA PAZ 2022

La Santa Sede hace público el martes 21 de diciembre el mensaje del papa Francisco para la 55ª Jornada Mundial de la Paz, que se celebra el 1 de enero de 2022, titulado «Diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera«.

El Santo Padre hace un llamamiento a los gobernantes y a cuantos tienen responsabilidades políticas y sociales, a los pastores y a los animadores de las comunidades eclesiales, como también a todos los hombres y mujeres de buena voluntad «para que sigamos avanzando juntos con valentía y creatividad por estos tres caminos: el diálogo entre las generaciones, la educación y el trabajo. Que sean cada vez más numerosos quienes, sin hacer ruido, con humildad y perseverancia, se conviertan cada día en artesanos de paz. Y que siempre los preceda y acompañe la bendición del Dios de la paz».

 


 

N

viernes, 24 de diciembre de 2021

Día 25 diciembre de 2021. Solemnidad de Navidad.

 


LECTURAS

Misa de Nochebuena: 

  • Isaías 9,1-3.5-6
  • Salmo responsorial
  • Tito 2,11-14
  • Lucas 2,1-14


Misa del día de Navidad:

  • Isaías 25,7-10
  • Salmo responsorial
  • Hebreos 1,1-6
  • Juan 1,1-18


El Niño de Belén, nos enseña a ser como niños, es decir, sencillos. Nosotros, por el contrario,  queremos aparecer grandes, nos encanta construir torres elevadas hasta el cielo. Queremos ser como dioses, escalando a costa de lo que sea, hasta tocar la gloria, el poder, el prestigio. Pero el Dios verdadero bajó hasta noso­tros despojándose de gloria y de poder. Se hizo niño. Nos enseñó los caminos de la humildad y del servicio, de la esperanza y del amor. Son los caminos que  nos llevan directamente a Dios. Si queremos ser como Dios, fijémonos en el modelo navideño: encontraremos, como decía el ángel, un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. El Niño Dios llega con toda humildad: toma nuestra condición humana, "Dios se hizo hombre para que los hombres puedan llegar a ser Dios", dijo san Agustín.

Jesús se revistió de la naturaleza humana, y ahora Jesús viene a nosotros y podemos descubrirlo en los pobres y necesitados. Muchas veces no lo queremos ver cuando llama a nuestra puerta, y lo rechazamos como fueron también rechazados José y María, que llegaron a Belén como unos inmigrantes o transeúntes. Este es el gran drama del hombre de nuestro tiempo: que rechazamos a Dios y al hermano. “Lo que hacéis a uno de estos pequeños, mis hermanos, a mi me lo hacéis” dijo Jesús. Es significativo ver cómo María y José tuvieron que refugiarse en un establo, en las afueras de Belén,  y cómo los primeros que se dieron cuenta del nacimiento del Niño fueron los pequeños de aquella época: los pastores, que eran mal vistos porque nunca podían participar del culto como los demás y vivían al margen porque tenían que vigilar sus rebaños.

Dios se hace Niño para estar a nuestro alcance. En esta Eucaristía el Niño Dios se hace presente, y nos dice de reconocerlo en los demás, en los que están cada día cerca de nosotros, y también en quienes  encontramos en nuestro camino, como son los pobres y necesitados. ¡Feliz Navidad!

HORARIO DE MISAS:

- 24 diciembre: Misa Nochebuena: 19,30h
        
- 25 diciembre: Misa Navidad: 12,00h

El día de Navidad por la tarde no hay celebración de la Misa.





sábado, 18 de diciembre de 2021

Día 19 de diciembre. Domingo 4º de Adviento.



 

LECTURAS

  • Miqueas 5,1-4
  • Salmo responsorial 79
  • Hebreos 10,5-10
  • Lucas 1, 39-45

 

Si el domingo pasado la nota dominante de la Palabra de Dios era la alegría, hoy,  domingo previo a la Navidad, la alegría  se hace vida y quiere nacer en cada  persona que acepta recibirla. Así lo afirma el papa Francisco en su Exhortación Apostólica Evangelii gaudium: “La alegría del Evangelio llena el corazón  y la vida  de los que se encuentran con Jesús”. Y así sucede en el encuentro de María con Isabel, quien exclamó: “¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?" Pues en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre”.

El evangelio de hoy nos presenta a María como mujer  de fe. La Virgen de Nazaret que espera el Hijo que se le ha anunciado, con prisa se pone en camino para visitar  a su prima Isabel. El evangelio pone de relieve que María se desplaza  para ayudar, servir  a  Isabel, entrada en años y embarazada de un hijo; pero con ese detalle se nos está diciendo cómo es  la vida de aquellos que cumplen la voluntad  de Dios, porque  la verdadera fe no consiste sólo en tener una relación  con Dios en la intimidad, como puede ser al rezar, o  ir a la iglesia, sino que la fe y la escucha de la Palabra de Dios nos debe abrir a los demás, leyendo en las personas y en  circunstancias lo que Dios nos está pidiendo. Así nos lo dice San Juan en una de sus cartas:”Quien dice que ama a Dios, a quien no ve, y no ama a su hermano  al que ve, es un mentiroso”.

 Estamos a pocos días de la Navidad. Vivir la Navidad como cristianos implica  recibir al Señor en el modo cómo él se hace presente mientras peregrinamos por la historia: lo acogemos en nuestro corazón celebrando  la Eucaristía, sacramento fundamental de la presencia de Cristo, y esto nos debe llevar a molestarnos saliendo de nuestra pasividad existencial o indiferencia, con ganas de contagiar o compartir con otros el gran acontecimiento de Dios hecho hombre en el Niño de Belén, como hizo la virgen María acudiendo a casa de Isabel.

  María es la mujer que sabe escuchar a Dios en el fondo de su corazón y vive abierta a sus designios de salvación.  Isabel hizo una alabanza de María con estas palabras memorables: "¡Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá!". Dichoso también nosotros si aprendemos  a creer y compartir nuestra fe,  porque se cumplirá lo que Dios nos ha prometido en su hijo Jesucristo.

HOJA DOMINICAL DIOCESANA

 

CELEBRACIÓN COMUNITARIA DE LA PENITENCIA:

21 DICIEMBRE, 20,00h.

Varios sacerdotes  estarán disponibles para confesar

 

 

 

 


sábado, 11 de diciembre de 2021

Día 12 diciembre de 2021. Domingo 3º de Adviento.

 



LECTURAS

  • Sofonías 3,14-18a
  • Salmo responsorial 
  • Filipenses 4,4-7
  • Lucas 3,10-18

El domingo pasado el evangelio presentaba a Juan Bautista preparando un ambiente propicio a la predicación de Jesús. La gente estaba bien atenta al mensaje del Bautista, prueba de ello es la pregunta que repiten varios colectivos de personas: “¿Qué debemos hacer?”

A algunos, sin especificar quiénes, Juan  responde: “El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida que haga lo mismo”.  Juan no llama a una vida de  más práctica  religiosa sino que resalta que la auténtica conversión consiste en vencer el pecado  de ignorar al prójimo,  hay que dejar de ser centro de uno mismo para centrarnos en los demás, y en los más necesitados. Es como el Hijo de Dios que se abaja  para hacerse uno de nosotros y traer la salvación.

También  responde a unos publicanos. La respuesta de Juan fue muy realista: “no exijáis  más de lo establecido”. Ya sabemos, la profesión de los publicanos estaba mal considerada: eran los recaudadores de impuestos a favor de los romanos, y al cobrar abusaban cobrando más de la cuenta sin ninguna transparencia; por eso eran ricos,  y considerados por el pueblo  como pecadores públicos. No  les dice que abandonen su trabajo, sino que lo ejerzan  de manera nueva: con justicia y correctamente.

Al tercer grupo, unos soldados, Juan que  sabía que  llevar armas era una tentación para la ambición y uso de la fuerza, les responde: “no hagáis extorción, ni os aprovechéis de nadie; contentaos con la paga”. Juan Bautista no pide cosas desorbitadas, la receta  que recomienda es el amor al otro, la solidaridad y la justicia.

Para nosotros, vivir el Adviento significa  convertirnos y dar  frutos de vida cristiana, y eso hacerlo con alegría, como nos dice san Pablo: “estad siempre alegres en el Señor”, porque el Señor está en el interior de cada uno, y cerca por la oración, cerca en la Eucaristía, cerca en los necesitados.

Hoy, desde nuestro corazón  y con alegría, podemos decir esta breve  oración: ¡Ven, Señor Jesús; ayúdanos a ser personas  que comuniquemos paz, comunión  y alegría  allí donde estemos!


HOJA DOMINICAL DIOCESANA



    

CELEBRACIÓN COMUNITARIA DE LA PENITENCIA:

21 DICIEMBRE, 20,00h.

Varios sacerdotes  estarán disponibles para confesar


sábado, 4 de diciembre de 2021

Día 5 diciembre de 2021. Domingo 2º de Adviento.

 




LECTURAS

  • Baruc 5,1-9
  • Salmo responsorial 125
  • Filipenses 1,4-6.8-11
  • Lucas 3,1-6

Juan predicaba llamando a la conversión de vida, a un cambio de mentalidad y de  modo de pensar. Hacía suyas las palabras  del profeta Isaías: “Voz que clama en el desierto: Preparad el camino al Señor, allanad sus senderos, elevad los valles, enderezad lo torcido…”. Es por tanto, una llamada a cambiar la escala de valores

Así, esta conversión para el que es grande, no consiste en subir más,  sino en bajar, como decía Jesús a sus discípulos algunos años más tarde: “el que de entre vosotros quiera el ser el primero,  que sea el servidor de los todos”. Para el rico cambiar no consiste en ser más rico en poder o dinero, sino  en ser más servicial, más compasivo y misericordioso, como dirá Jesús: “Porque tuve hambre y me diste de comer, estuve ve desnudo y me vestiste… porque lo que hiciste a uno de estos pequeños, mis hermanos, a mí me lo hiciste”.

 Estas palabras de Isaías y de Juan, hoy van dirigidas a nosotros,  preparando así el camino al Señor.  Así pues:

-      “Elevar los valles” puede consistir  en ponernos a trabajar interiormente para  salir   de nuestras rutinas  y  apatías, de nuestros desalientos y faltas de esperanza.

-      “enderezar lo torcido” significa intentar salir de nuestras ambigüedades, tratar con justicia  y respeto a  los demás.

-      “allanar lo escabroso” significa hacer la vida fácil y agradable a los demás,  ayudando al que está  perdido, a los más pequeños e indefensos.

La Palabra de Dios por boca del Bautista nos llama a  una vida más sobria,  a dejar de lado tantas cosas superfluas por las  que nos complicamos la vida,  a buscar lo esencial. Para eso hace falta que hagamos un poco de silencio en nuestro interior, que dejemos lugar a la palabra del evangelio que nos habla y nos señala el camino, siguiendo las huellas de Jesús. 

El lema de este domingo 2º es: “Preparad el camino al Señor” para construir un mundo más humano, más fraterno, más solidario, un mundo que ponga la mirada en Jesucristo que viene a salvarnos.

 

HOJA DOMINICAL DIOCESANA