domingo, 17 de octubre de 2021

Día 17 octubre de 2021. Domingo 29 del Tiempo Ordinario.El pueblo de Dios no es estático: está en movimiento, en referencia directa a la etimología de la palabra sínodo, que significa "caminar juntos". El pueblo está unido por la misma dinámica común que le insufla este Árbol de la Vida, desde el que inicia su caminar.. Estas 15 siluetas resumen toda nuestra humanidad en su diversidad de situaciones vitales de generaciones y orígenes. Este aspecto se ve reforzado por la multiplicidad de colores vivos que son en sí mismos signos de alegría. No hay jerarquía entre estas personas que están todas en el mismo plano: jóvenes, ancianos, hombres, mujeres, adolescentes, niños, laicos, religiosos, padres, parejas, solteros; el obispo y la monja no están delante de ellos, sino entre ellos. Con toda naturalidad, los niños y luego los adolescentes abren su camino, en referencia a estas palabras de Jesús en el Evangelio "Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y a los entendidos y las has revelado a los niños". (Mt 11,25) La línea de base horizontal: "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión" va de izquierda a derecha en la dirección de esta marcha, subrayándola y reforzándola, para terminar con el título "Sínodo 2021 - 2023", punto culminante que sintetiza el conjunto.

 



El logotipo de una Iglesia sinodal  es un árbol grande y majestuoso, lleno de sabiduría y luz, alcanza el cielo. Un signo de profunda vitalidad y esperanza que expresa la cruz de Cristo. Lleva la Eucaristía, que brilla como el sol. Las ramas horizontales, abiertas como manos o alas, sugieren, al mismo tiempo, el Espíritu. 

 


El Papa Francisco, siguiendo el espíritu del concilio Vaticano II,  ha convocado a toda la Iglesia en sínodo, siendo el lema: "Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión", como indica el logotipo.

Y para ello, propone que todo el pueblo de Dios se implique y opine, a partir de unos documentos que ayuden s ls reflexión, que  se desarrollará en tres fases:

1. la primera, en le ámbito diocesano, y va desde hoy hasta el mes de abril de año próximo, 2022;  en que se hará una síntesis de lo expuesto por todos los grupos de base.

2. La segunda, en el ámbito  de asambleas regionales y continentales, que culminaría en febrero de 2023.

3. La tercera fase será la Asamblea del Sínodo  en Roma con representación de obispos de todo el mundo y bajo la presidencia del papa Francisco, y tendrá lugar en octubre de 2023, donde recogiendo lo dicho  en las fases precedentes, se irá exponiendo y se debatirá, elaborando   un documento  final del Sínodo, que el Papa ofrecerá a toda la Iglesia mediante una Exhortación apostólica, indicando pautas  parra ser y vivir como Iglesia sinodal.

La fase diocesana, se inicia en todas la diócesis del mundo este domingo, 17 de octubre. En Albacete se inicia  a las 20,00h con la Eucaristía en la Catedral,  presidida por el Sr. Obispo


LECTURAS

  • Isaías 53, 100-11
  • Salmo responsorial 32
  • Hebreos 4, 14-16
  • Marcos10, 35-45

 Jesús  se va acercando a Jerusalén,  habiendo anunciado varias veces que allí va a sufrir, morir y resucitar; pero los discípulos parece que no se dan por enterados, y parece que van con la convicción que Jesús en Jerusalén va a triunfar, manifestándose como el Mesías,  realizando todo lo que esperaba el pueblo. De hecho los discípulos,  algunos pasos detrás de Jesús, van discutiendo entre ellos sobre quién será el más importante, y para más colmo, se adelantan los hermanos Santiago y  Juan, quienes sin ninguna vergüenza ni reparo  se atreven a pedir algo inaudito a Jesús: “Concédenos sentarnos  en tu gloria, uno a tu derecha y otro a tu  izquierda”. ¡Qué morro! 

 Esto es lo que hemos contemplado en el evangelio de hoy: cuando dos de los  discípulos buscan  ocupar   un sitió importante junto a Jesús, provocando la envidia y el enfado de los demás compañeros,  Jesús, en vez de enfadarse, aprovecha la ocasión para reunirlos  y orientar su vida como discípulos suyos. Y así, ”llamándolos, les dijo: “Sabéis que los jefes de los pueblos los tiranizan y que los grandes los oprimen. No sea así entre vosotros; el que quiera ser el primero, sea vuestro servidor”, y les propone ser como él que “no ha venido a ser servido sino a servir y dar la vida por todos”.

 Así, Dios hecho hombre en Jesús, se hace compañero de camino de toda la humanidad, como hemos escuchado en la 2ª lectura de Hebreos: “ha sido probado en todo, como nosotros, menos en el pecado”. Y esto lo ha hecho Dios por medio de Jesús para reunirnos a toda la humanidad formando la familia de Dios y formar parte de su Reino.

En estos días, y partir de ahora vamos a escuchar hablar mucho de “Iglesia sinodal”. “Sinodal viene de “sínodo” y este concepto, de origen griego, significa “hacer camino  juntos”. Ser “Iglesia sinodal” quiere decir  que los cristianos debemos caminar juntos, no cada uno por su lado, y menos que unos miremos por encima del hombro a otros.

El seguimiento de Jesús no es una receta mágica para conseguir grandeza o poder, ni siquiera para pasar de puntillas sobre este mundo y tener suerte en todo lo que hacemos. Jesús nos ha dicho que él no ha venido a ser servido sino a servir, y nos ofrece seguir ese mismo camino como forma de hacer u mundo mejor, una sociedad más solidaria y fraterna.