domingo, 25 de julio de 2021

Día 25 julio de 2021. Fiesta de Santiago Apóstol. Domingo 17 del Tiempo Ordinario.

 




LECTURAS

  • Hechos de los Apóstoles 4,33; 5,12.17-23; 12,1b-2
  • Salmo responsorial
  • 2 Corintios 4,7-15
  • Mateo 20,20-28

Los apóstoles eran gente normal, personas del pueblo llano. De algunos de ellos sabemos su profesión,  pescadores en el lago de Galilea. Este fue el caso de Santiago, hermano de  Juan, otro gran apóstol, ambos 



hijos de Zebedeo y naturales de Betsaida, pueblecito de pescadores junto al lago de Galilea, y esa era su profesión cuando se encontraron con Jesús.

Lo mismo que Pedro y Andrés, también Santiago y Juan fueron llamados por Jesús desde la primera hora a ser discípulos suyos, y como dice el evangelio “inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron”. 

 Los apóstoles, como cualquiera de nosotros, tenían sus defectos  y sus cualidades. Así nos lo cuenta el evangelio que leemos hoy: la madre de Santiago y Juan pide a Jesús  un favor para sus hijos,  es lo que hoy llamamos un “enchufe”. Dijo la madre: “ordena que estos hijos míos se sienten  en tu reino, uno a tu derecha y otro a tu izquierda”; es decir, pide  una posición de privilegio para sus hijos. El Evangelio muestra la reacción de enfado de los demás discípulos al oír lo que pide aquella madre. Esto indica que los demás discípulos no eran menos ambiciosos que Santiago y Juan.

 Pero los discípulos, poco a poco, fueron transformados por Jesús y fueron cambiando de mentalidad, pasando de egoístas e interesados a una actitud  de entrega a los demás, tal y como  Jesús les había dicho: “no seáis como los jefes de los pueblos que tiranizan y oprimen a sus gentes. No sea así entre vosotros, el que quiera ser el primero, que sea vuestro esclavo,  como el hijo del hombre que no ha vendió a ser servido sino a servir y entregar la vida en rescate por muchos”.

  Santiago, después de predicar el evangelio durante  varios años después de la muerte y resurrección de Jesús, fue el primero de los apóstoles en beber el cáliz del martirio, siendo muerto a espada por orden del rey Herodes, como hemos escuchado en la 1ª lectura de hoy.


LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: JUNTO AL LAGO