domingo, 18 de julio de 2021

Día 18 julio de 2021. Domingo 16 del Tiempo Ordinario.

 

LECTURAS

  • Jeremías 23,1-6
  • Salmo responsorial 22
  • Efesios2,13-18
  • Marcos 6, 30-34

Todos sabemos leer y escribir porque nos  han enseñado en la escuela, y por eso, uno de los deberes era hacer caligrafía para mejorar la letra, al menos así se hacía cuando yo era niño. Sin embargo, no nos han educado tanto en saber mirar. Y es Jesús quien nos enseña a mirar.  La mirada de Jesús es la misma de Dios, como se indica en el evangelio: “Al desembarcar vio una multitud  y se compadecía de ellos porque andaban como ovejas  sin pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas”.  Ahí vemos cómo  aflora   la cualidad del “buen pastor” que se fija en la situación de las personas, y dedica una atención prioritaria a ellas. Jesús es el buen pastor que realiza lo que dice el salmo 22, que  escuchamos hoy tras la 1ª lectura: “El Señor es mi pastor, nada me falta; me  conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis  fuerzas, su bondad y su misericordia me acompañan todos los días de mi vida”.  Ese es Jesús, el pastor que Dios prometió por medio del profeta Jeremías.

 Cuando en el evangelio, Jesús invita a los apóstoles a retirarse a un  “lugar desértico”, está tratando de decirnos que solo en el silencio y en el recogimiento interior u oración, podemos encontrar el verdadero ser y solo después de encontrarlo, podemos indicar a los demás el camino.

Cada domingo, cuando venimos a la Misa dominical  es como “retirarse al desierto”; dejamos nuestras preocupaciones y ocupaciones habituales, para estar con el Señor, que alimenta nuestra vida con su palabra, y nos asegura la presencia   del  Espíritu, que nos acompaña y fortalece en el camino de la nueva semana que iniciamos.

   LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: EN COMPAÑÍA