LECTURAS
- Génesis 15,1-6;21,1-3
- Salmo responsorial 127
- Hebreos 11,8.11-12.17-19
- Lc 2,22-40
Un
refrán africano dice: “Si quieres ir rápido, camino solo, pero si quieres
llegar lejos, ve acompañado”. La
familia es la escuela donde aprendemos a
caminar acompañados: aprendemos a tejer relaciones con los otros miembros de la
familia que, sin buscarlos, los encontramos según venimos a la vida; así, los
hijos que van naciendo se encuentran con unos padres que ellos no han elegido,
y si hay varios hijos, estos van encontrando hermanos que ya están en la familia o que
vendrán después.
En
la familia se aprende a pedir lo que
necesitamos, y también se aprende a
agradecer lo que recibimos; se aprende a dar y recibir con amor, y cuando hay
conflicto y las relaciones se tensan,
hay que procurar que el perdón y la reconciliación curen las heridas, porque si esto no se hace a su debido tiempo, vendrán
los conflictos incluso en el futuro.
El lema de esta jornada de la Sagrada Familia es: “Los ancianos, tesoro de la
Iglesia y de la sociedad”. Presumimos
de ser una sociedad desarrollada y del
bienestar, y sin embargo a veces, el cuidado de los mayores brilla por su
ausencia, porque no se les atiende correctamente, bien porque se les considera
inservibles, bien porque son un estorbo
que limita nuestra capacidad de movimiento. El Papa Francisco denuncia este
modo de proceder actual, al que llama “cultura del descarte” porque, muchas
veces, se considera a las personas como
cosas que una vez usadas, si resultan molestas se tiran.
Hoy
se nos propone prestar una atención especial a los mayores, y mostrar nuestro
cariño a quienes nos han dado todo, incluso la vida; a quienes se han desvivido
y trabajado en condiciones difíciles para legarnos el mundo en el que hemos
alcanzado gran progreso y del que disfrutamos como nunca.
LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: CUMPLIR LA PROMESA
HOJA DOMINICAL DIOCESANA
Un refrán africano dice: “Si quieres ir rápido, camino solo, pero si quieres llegar lejos, ve acompañado”. La familia es la escuela donde aprendemos a caminar acompañados: aprendemos a tejer relaciones con los otros miembros de la familia que, sin buscarlos, los encontramos según venimos a la vida; así, los hijos que van naciendo se encuentran con unos padres que ellos no han elegido, y si hay varios hijos, estos van encontrando hermanos que ya están en la familia o que vendrán después.
En
la familia se aprende a pedir lo que
necesitamos, y también se aprende a
agradecer lo que recibimos; se aprende a dar y recibir con amor, y cuando hay
conflicto y las relaciones se tensan,
hay que procurar que el perdón y la reconciliación curen las heridas, porque si esto no se hace a su debido tiempo, vendrán
los conflictos incluso en el futuro.
El lema de esta jornada de la Sagrada Familia es: “Los ancianos, tesoro de la Iglesia y de la sociedad”. Presumimos de ser una sociedad desarrollada y del bienestar, y sin embargo a veces, el cuidado de los mayores brilla por su ausencia, porque no se les atiende correctamente, bien porque se les considera inservibles, bien porque son un estorbo que limita nuestra capacidad de movimiento. El Papa Francisco denuncia este modo de proceder actual, al que llama “cultura del descarte” porque, muchas veces, se considera a las personas como cosas que una vez usadas, si resultan molestas se tiran.
Hoy
se nos propone prestar una atención especial a los mayores, y mostrar nuestro
cariño a quienes nos han dado todo, incluso la vida; a quienes se han desvivido
y trabajado en condiciones difíciles para legarnos el mundo en el que hemos
alcanzado gran progreso y del que disfrutamos como nunca.
LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: CUMPLIR LA PROMESA
HOJA DOMINICAL DIOCESANA