LECTURAS
- Eclesiástico 1,2;221-23;
- Salmo responsorial 89
- Colosenses 3,1-5.9-11
- Lc 12,13-21
San Agustín, tras su conversión, llegó a descubrir la verdadera meta de su vida, que expresa a modo de oración en "Las Confesiones": "nos has hecho para ti, Señor, y nuestro corazón permanece inquieto hasta que descanse en ti". Esta es la meta que debe descubrir cada creyente en Jesús, si quiere orientar bien sus pasos y ser feliz. El problema de muchas personas es que hacemos cosas y más cosas, pero no tenemos inquietud ni trabajamos por la meta que Dios nos ha preparado, y nos deslizamos por otros caminos como la búsqueda de éxito o fama, tener más y más, la codicia del poder y del placer. Todo esto es pasajero con fecha de caducidad a corto plazo, como resumía el Eclesiástico en referencia a los bienes materiales: "Todo es vaciedad y nada más que vaciedad".
¿Qué nos llevaremos después de la muerte? Desde luego, bienes materiales, ninguno. Lo dice el Papa en tono irónico pero real: "Nunca he visto en un entierro que detrás del coche fúnebre vaya un camión de mudanzas".
Los discípulos en Cristo creemos que Dios es Amor, como lo define San Juan. Por tanto, todo lo que tiene que ver con el amor, eso es lo que llevaremos al reino de Dios, como dijo Jesús: "Venid benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me disteis de comer, estuve enfermo y me visitasteis, ...". En esto consiste el "hacerse ricos para Dios", y por eso mismo nos dice San Pablo: "Aspirad a los bienes d arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto en Cristo y vuestra vida está escondida en Dios".
LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: POSEER NO ES IGUAL A VIDA
¿Qué nos llevaremos después de la muerte? Desde luego, bienes materiales, ninguno. Lo dice el Papa en tono irónico pero real: "Nunca he visto en un entierro que detrás del coche fúnebre vaya un camión de mudanzas".
Los discípulos en Cristo creemos que Dios es Amor, como lo define San Juan. Por tanto, todo lo que tiene que ver con el amor, eso es lo que llevaremos al reino de Dios, como dijo Jesús: "Venid benditos de mi Padre, porque tuve hambre y me disteis de comer, estuve enfermo y me visitasteis, ...". En esto consiste el "hacerse ricos para Dios", y por eso mismo nos dice San Pablo: "Aspirad a los bienes d arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto en Cristo y vuestra vida está escondida en Dios".