sábado, 27 de enero de 2018

Día 28 de Enero de 2018.Domingo 4º del Tiempo Ordinario


LECTURAS

  • Deuteronomio 18,15-20
  • Salmo responsorial
  • 1 Corintios 7,32-35
  • Marcos 1,21b-28
     El evangelio de hoy resalta la figura de Jesús, original en su forma de enseñar, con palabras y obras, como es el caso de la curación del hombre con un espíritu inmundo. Es la primera curación y el el primer signo de liberación  del mal por parte de Jesús,que presenta el evangelista Marcos.
    Jesús ha venido a salvar como bien  expresa el significado del nombre de Jesús.
    Hoy entre nosotros, en nuestra cultura,  cuesta entender ese lenguaje del evangelio donde se habla de endemoniados o espíritus inmundos. Y sin embargo, entre nosotros hay infinidad de hechos "diabólicos", en los que el mal está en la raíz y a luz pública.  Si miramos la historia, así lo vemos, como hoy que se celebra el día del Holocausto,  genocidio de los judíos programado escrupulosamente por los nazi,s ene la 2ª guerra mundial; luego los genocidios programados de los Balcanes,  hace unos años así como en Burundi,  o las persecuciones sistemáticas de cristianos en siglos pasados y en nuestros días, así como los horrores del Estado islámico y horrores de la guerra en Siria, Iraq, y  tantos casos que son noticia de todos los días, donde la violencia y la muerte aparece en nuestros pueblos y ciudades, o en el Mediterráneo con los inmigrantes, víctimas de las mafias que trafican con seres humanos, de cuya realidad nos hablan  las noticias de cada día días, con el peligro de verlas como cosa rutinarias.
    Hoy, necesitamos a Jesús; hay que dejarlo entrar en nuestra vida; él se hace presente por su palabra proclamada y en los Sacramentos de la Iglesia, pero también  nos habla a través de los acontecimientos que acaecen en nuestra vida de cada día.

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: ATREVERSE A APRENDER DEL NAZARENO

lunes, 22 de enero de 2018

Día 21 de Enero de 2018. Domingo 3º del Tiempo Ordinario


LECTURAS

  • Jonás 3,1-5.10
  • Salmo responsorial 82
  • 1 Corintios 7,29-31
  • Marcos 1,14-20


    Jesús  inicia su predicación anunciando la presencia del Reino de Dios, y esto lo hace con palabras y hechos. Usa parábolas e imágenes tomadas de la vida cotidiana  para presentar diversos aspectos de dicho Reino: el sembrador, el comerciante en perlas finas, el padre con dos hijos, el grano de mostaza, etc. Y también hechos y gestos: perdonando a los pecadores, liberando del mal sanando enfermos, reintegrando a los marginados.
    Jesús no busca ofrecer espectáculo, sino hacer que las personas se descubran hijos de Dios y hermanos unos de otros, viviendo de manera nueva la existencia humana, según los criterios de Dios, que Jesús va desgranando a lo largo del evangelio.
    Y al mismo tiempo se rodea de colaboradores, que no son personas dotadas de habilidades especiales, sino gente corriente, que están en el tajo del trabajo como eran aquellos pescadores del lago de Galilea. Jesús los llama a seguirlo, y dará nueva orientación a su oficio: "os haré pescadores de hombres", les dice. Estos primeros discípulos dejaron las redes y oficio para entrar en la "escuela Jesús", aprendiendo junto al maestro qué hacer y cómo hacer.
     Nosotros, los cristianos, somos hoy la escuela de Jesús, y para ser buenos discípulos nos hace falta la actitud que hemos repetido en el salmo responsorial: "Señor, enséñanos tus caminos". Y Jesús nos dice que creamos en le Evangelio, que cambiemos de mentalidad porque nuestros caminos no son siempre los caminos que Dios quiere. Aprendamos de Jesús, icono del Padre.


LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: ATREVERSE A PRENDER DEL NAZARENO

sábado, 13 de enero de 2018

Día 14 de Enero de 2018. Domingo 2º del Tiempo Ordinario


LECTURAS

  • 1 Samuel 3, 3b-10.19
  • Salmo responsorial 39
  • 1 Corintios 6, 13c-15a.17-20
  • Juan 35-42

      A todos nos gusta ser tenidos en cuenta, y cuando se nos confía una tarea de cierto relieve, nos sentimos honrados de ver que se tiene confianza en nosotros.
      Hoy precisamente, la Palabra de Dios nos habla   de personas que son llamadas:  Samuel, un adolescente que responde  a Dios con total disponibilidad: "Habla, Señor, que tu siervo escucha".
     Y los primeros discípulos de Jesús, influidos por el Bautista que señala a Jesús como el "Cordero de Dios", se acercan a Jesús y quieren conocerlo: "Maestro, ¿dónde vives?", y Jesús  los acoge y les dice: "Venid y veréis". Y aquel estar con Jesús les impactó tanto, que uno de ellos, Andrés, en cuanto pudo contó a su hermano Simón el encuentro con Jesús, y llevándolo se lo presentó,  siendo también  invitado a ser su discípulos: "Tú eres hijo de Juan, tú te llamarás Cefas (Pedro).
      La trayectoria de estos personajes nos llevan a preguntarnos  sobre nuestra propia "vocación cristiana", la llamada que Dios nos ha dirigido a cada uno y la respuesta que hemos dado a dicha llamada.
      ¿Quiénes nos han ayudado a ser cristianos? Hoy es ocasión  para recordar y agradecer  la dedicación de tantas personas que nos abrieron el camino de la fe en Jesús. Y también preguntarnos si vamos dando una respuesta adecuada a Dios, porque Dios no nos llama por nada, sino para algo; Dios nos llama y siempre nos confía una misión en favor de los demás.
       Nuestra actitud puede ser como la de Samuel que dijo: "Habla, Señor, que tu siervo escucha", o aquella otra respuesta de la virgen María, en la misma línea: "Hágase en mí según tu palabra".

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: MOVIMIENTO

viernes, 5 de enero de 2018

Día 7 de Enero de 2018. Bautismo del Señor


LECTURAS


  • Isaías 42, 1-4.6-7
  • Salmo responsorial 28
  • Hechos 10, 34-38
  • Marcos 1, 7-11

     Desde la tierna infancia hasta la edad adulta, en torno a los 30 años, Jesús había permanecido  en Nazaret, en la casa familiar junto a sus padres María y José, de quien aprendió, sin duda, el oficio familiar, y así era conocido como el "hijo del carpintero". De dicho trabajo vivía  y colaboraba en la economía familiar.
     Apareció Juan Bautista, reconocido como profeta, que predicaba en el desierto de Judea junto al río Jordán, despertando mucha expectación en todo el pueblo, pues hacía siglos que no había profetas en Israel, lo que se consideraba una desgracia; era como si Dios hubiera abandonado al pueblo.       Jesús, seguro que junto con otros paisanos de su pueblo Nazaret, se desplazó hasta donde estaba Juan, deseoso de escuchar al profeta. Y allí se hizo bautizar Jesús.
      Es importante lo que ocurrió en el bautismo, narrado de forma telegráfica por el evangelista; tan importante fue que todos los evangelistas lo narran, y lo sitúan como el comienzo de la predicación de Jesús, quien toma conciencia de su identidad y misión: "Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco".
Después del bautismo comenzó lo que conocemos como "vida pública"  o predicación por tierras de Palestina, primero en Galilea y después en Judea.