sábado, 16 de septiembre de 2017

Día 17 de Septiembre. Domingo 24 del Tiempo Ordinario


LECTURAS

  • Eclesiástico 27, 30-28,7
  • Salmo responsorial 102
  • Romanos 14, 7-9
  • Mateo 18, 21-35

    El evangelio de hoy continúa con el tema del perdón, iniciado el domingo pasado. El perdón es  un mensaje bonito, pero difícil de entender, y sobre todo, difícil de practicar.
    El perdón del que nos habla Jesús no es  un perdón sin más, porque sí. Es un perdón  que nos hace pensar, y sobre todo, que nos lleva a corregir los caminos mal andados.
    La parábola que nos propone Jesús es clara, y lleva a  consecuencias también claras.  Jesús nos indica que el perdón de Dios es total y gratuito. Este modo de perdonar Dios  es el centro del mensaje de Jesús, quien siempre ofreció el perdón   a los pecadores, antes incluso que éstos  lo merecieran, como en el caso de Zaqueo y de la mujer pecadora, y no digamos, el perdón de Jesús a quienes le estaban quitando la vida.
    Jesús nos dice que el que se sabe perdonado por Dios reconoce su error y vive agradecido, y eso se nota en que se siente empujado a perdonar "setenta veces siete", es decir, siempre, de modo que el perdón es una actitud que indica  si una persona  es cristiana de verdad, que reconoce a Dios como Padre, y en consecuencia,  ama a los demás perdonando como Dios nos ama y perdona.