LECTURAS
- Hechos de los Apóstoles 10, 34a.37-43
La Resurrección de Cristo es la respuesta de Dios a algunos interrogantes de Viernes Santo sobre la muerte de Cristo.
En esta fiesta celebramos que la oscuridad y el mal no tiene la última palabra, porque lo definitivo es la vida que continúa más allá de nuestra vida terrena, como regalo de Dios. Decir que ¡Cristo ha resucitado! es decir con San Pablo que "Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no muere más; la muerte ya no tiene dominio sobre Él". Y esto es algo que nos afecta a toda la humanidad, y especialmente a quienes hemos recibido el bautismo, ya que estamos llamados a dar signos de resurrección, construyendo un mundo de vida según Dios, como nos ha revelado Jesucristo, nuestro amigo, maestro y Señor.