«El Efecto Ser Humano» es el lema que propone Manos Unidas para
la Campaña 2024 contra el hambre en el mundo que
comienza con el Día del Ayuno Voluntario, el viernes 9 de
febrero, y que celebra su Jornada mundial y colecta de la campaña el domingo 11 de febrero.
Manos Unidas busca en esta nueva campaña concienciar a la sociedad de cómo la crisis medioambiental está afectando a millones de personas, sobre todo del Sur global, perjudicando sus derechos más básicos como el derecho a la alimentación, al agua potable, a la salud, a una vida digna, a un entorno saludable, generando una gran injusticia climática.
LECTURAS
- Levítico 13, 1-2.44-46
- Salmo responsorial 31,1-2.5-11
- 1 Corintios 10, 31-11,1
- Marcos 1,40-45
Como relata el evangelio de hoy, un leproso, en tiempos de Jesús, era un excluido social, un
descartado.
La Palabra de
Dios nos pone de cara todos los “leprosos” de nuestro mundo, excluidos por
la “cultura del descarte”, ya sea por motivos de pobreza, dependencias, enfermedades
psíquicas o minusvalías. Como seguidores de Jesús no podemos dejar que se nos
endurezca el cuello de tanto mirar al otro lado para no ver esas situaciones de
exclusión y marginación.
Este domingo, 11
de febrero, es la fiesta de la Virgen de Lourdes, y por ello también la Jornada
Mundial del enfermo, lo que nos invita a orar y sentirnos cercanos de los que
sufren por enfermedad o por la debilidad propia de la ancianidad. El buen
samaritano del evangelio, que todos conocemos, nos muestra cómo sentirnos
prójimos de aquel que sufre, acercándonos y echando una mano para paliar su
sufrimiento.
Hoy también
celebramos el día de Manos Unidas o Campaña contra el hambre en el mundo. Según la OMS, alrededor
del 40% de los adultos tienen sobrepeso, y el 13% son obesos. Es incalculable
la cantidad de comida que se estropea, que se tira o que no se aprovecha. En
España, según el Ministerio de Agricultura, en 2021 se calculó que se tiró 1,2 millones
de toneladas de alimentos (28 kilos por persona). Por ello, Manos
Unidas (una ONG de la Iglesia católica y de voluntarios), que busca la
promoción y desarrollo de los pueblos empobrecidos, llama a la puerta de
nuestra conciencia y de nuestras parroquias, para que colaboremos en paliar el
drama del hambre en el mundo.
A las puertas de la Cuaresma, podemos entrar en nuestra conciencia y preguntarnos cuántas cosas que compramos no son necesarias y están de más, porque la cultura del consumo nos empuja a gastar más y más, sin necesidad realmente. Si tenemos conciencia de buenos samaritanos, podemos preguntarnos qué puedo compartir de mi bolsillo para hacer posibles proyectos en favor de los empobrecidos.
Como relata el evangelio de hoy, un leproso, en tiempos de Jesús, era un excluido social, un
descartado.
La Palabra de
Dios nos pone de cara todos los “leprosos” de nuestro mundo, excluidos por
la “cultura del descarte”, ya sea por motivos de pobreza, dependencias, enfermedades
psíquicas o minusvalías. Como seguidores de Jesús no podemos dejar que se nos
endurezca el cuello de tanto mirar al otro lado para no ver esas situaciones de
exclusión y marginación.
Este domingo, 11
de febrero, es la fiesta de la Virgen de Lourdes, y por ello también la Jornada
Mundial del enfermo, lo que nos invita a orar y sentirnos cercanos de los que
sufren por enfermedad o por la debilidad propia de la ancianidad. El buen
samaritano del evangelio, que todos conocemos, nos muestra cómo sentirnos
prójimos de aquel que sufre, acercándonos y echando una mano para paliar su
sufrimiento.
A las puertas de la Cuaresma, podemos entrar en nuestra conciencia y preguntarnos cuántas cosas que compramos no son necesarias y están de más, porque la cultura del consumo nos empuja a gastar más y más, sin necesidad realmente. Si tenemos conciencia de buenos samaritanos, podemos preguntarnos qué puedo compartir de mi bolsillo para hacer posibles proyectos en favor de los empobrecidos.
LECTIO DIVINA DE LA PARROQUIA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA
HOJA DOMINCAL DIOCESANA
Se desarrolla del 11 de febrero, festividad de Nuestra Señora de Lourdes, al 5 de mayo de 2024, VI Domingo de Pascua
“Comprendo a las personas que tienden a la tristeza por las graves dificultades que tienen que sufrir, pero poco a poco hay que permitir que la alegría de la fe comience a despertarse, como una secreta, pero firme confianza, aun en medio de las peores angustias»
(Papa Francisco, Exh. Ap. Evangelii gaudium 6).