sábado, 20 de noviembre de 2021

Día 21 noviembre de 2021. Domingo 34. Fiesta de Jesucristo, Señor del universo.

 LECTURAS

  • Daniel 7,13-14
  • Salmo responsorial 92
  • Apocalipsis 1,5-8
  • Juan 18,33b-37

A la pregunta de Pilato: "Entonces, ¿Tú eres rey?”  Jesús responde: “soy rey, pero mi reino no es de este mundo”. Eso significa que el ser rey en Jesús  no proviene de las fuerzas de este mundo. Jesús no necesita soldados, ni dinero, ni dominar pueblos y naciones.  No tiene más poder ni más reino que la Verdad. Y la Verdad de Jesús es el amor de Dios al mundo, manifestado en su persona y en su actividad. Él  realiza plenamente el designio de Dios sobre el ser humano, mediante  la compasión, el perdón,  creando vínculos de fraternidad, fruto del cumplimiento del mandamiento principal, que nos indicó hace unos domingos: “amar a Dios sobre todas las cosas y amar al prójimo como a uno mismo”.

  Jesús no quiso ponerse  al nivel de los poderes de un mundo donde la verdad es pervertida por la mentira de los poderosos, como podemos apreciar en nuestro propio país y en buena parte de nuestros gobernantes. Jesús, en cambio, aparece y actúa como testigo de la verdad, y  por serlo de esa forma murió crucificado. Los poderosos no le perdonaron.

En este domingo de la fiesta  de Cristo Rey del Universo, tal vez podríamos preguntarnos: ¿Quién o qué reina en mí? ¿Qué reyezuelos oprimen mi conciencia y libertad? ¿Es el consumo de cosas, la necesidad de ser importante, el dinero, el prestigio, la ambición de poder, la indiferencia,...?

En el evangelio de hoy, contemplamos a Jesús maltratado y humillado, pero lleno de dignidad y fiel a su misión. Esta contemplación de Jesús en el evangelio, nos lleva a preguntarnos: ¿en qué valores nos apoyamos para crecer como personas?

    HOJA DOMINICAL DIOCESANA