LECTURAS
- Eclesiástico 24,12.8-12
- Salmo responsorial 147
- Efesios 1, 3-6.15-18
- Juan 1, 1-18
El interior de Dios no lo podemos conocer por nosotros mismos si no es Dios quien nos lo muestra. Dios hecho hombre, Jesucristo, nacido en Belén, es quien nos revela y descubre cómo Dios nos ama y cómo quiere que participemos de su vida y felicidad.
En la lectura del evangelio de hoy se nos dice bien claro: "En el principio ya existía la Palabra... y la Palabra era Dios". San Juan con esta expresión la "Palabra" o el "Verbo"se refiere a Jesucristo, "Dios con nosotros", que es luz para la humanidad, aunque el mundo se resiste a reconocerlo cuando se hizo presente de manera visible en Jesucristo; y ya vemos las dificultades que el anuncio del evangelio ha encontrado a lo largo de la historia y en nuestros días.
A pesar de todas las oposiciones, la luz que es Jesucristo brilla en medio de las tinieblas, y los que lo reconocen por la fe son constituidos hijos de Dios, como también nos ha dicho San Pablo en ese himno exultante de Efesios (2ª lectura), porque Dios nos ha bendecido por medio de Jesucristo, quien nos eligió para ser hijos de Dios antes de la fundación del mundo.
LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: ENCARNACIÓN
HOJA DOMINICAL DIOCESANA
En la lectura del evangelio de hoy se nos dice bien claro: "En el principio ya existía la Palabra... y la Palabra era Dios". San Juan con esta expresión la "Palabra" o el "Verbo"se refiere a Jesucristo, "Dios con nosotros", que es luz para la humanidad, aunque el mundo se resiste a reconocerlo cuando se hizo presente de manera visible en Jesucristo; y ya vemos las dificultades que el anuncio del evangelio ha encontrado a lo largo de la historia y en nuestros días.
A pesar de todas las oposiciones, la luz que es Jesucristo brilla en medio de las tinieblas, y los que lo reconocen por la fe son constituidos hijos de Dios, como también nos ha dicho San Pablo en ese himno exultante de Efesios (2ª lectura), porque Dios nos ha bendecido por medio de Jesucristo, quien nos eligió para ser hijos de Dios antes de la fundación del mundo.