LECTURAS
- Génesis 18,1-10a
- Salmo responsorial 14
- Colosenses 1, 24-28
- Lucas 10,38-42
Siempre estamos ocupados con diversas tareas de tipo doméstico profesional o de ocio, y siempre planificando otras nuevas, de modo que es recurrente la frase: "Tengo tantas cosas que hacer que no tengo tiempo...".
Con esta excusa dejamos a Dios al margen. Y sin embargo debería ocupar en nuestra vida un lugar preferente porque Dios es tan fundamental para nuestra vida como necesario es estar conectados a la red eléctrica si no queremos estar a oscuras en casa y queremos que funcionen nuestros electrodomésticos. Decimos que el primer mandamiento es "amar a Dios sobre todas las cosas", pero con frecuencia no pasa a ser verdad en nuestra vida práctica.
Nuestra vida y actividades pueden convertirse en vacías o de simple entretenimiento, si dejamos de lado lo que Jesús nos puede aportar de luz y de verdad, por lo que es necesario que nos sintamos discípulos, y como María de Betania ponernos a los pies del maestro, escuchar su palabra y dejarnos llenar de sentido por ella. Una ocasión es la Misa de cada domingo, donde el protagonista es Jesucristo quien nos invita a estar con él.
Jesús nos advierte de un peligro en la vida cristiana: el activismo en el quehacer diario que, por una parte, es necesario e imprescindible, como en el caso de Marta que se desvivía por servir a Jesús, pero que hay que compensar con la escucha de la palabra y con la oración, como hizo María a los pies de Jesús; por eso, dijo Jesús: "Marta, Marta: andas inquieta por muchas cosas, y una sola es necesaria; María ha elegido la mejor parte, y no se le quitará".
LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: SENTADA A LOS PIES DEL SEÑOR.
Con esta excusa dejamos a Dios al margen. Y sin embargo debería ocupar en nuestra vida un lugar preferente porque Dios es tan fundamental para nuestra vida como necesario es estar conectados a la red eléctrica si no queremos estar a oscuras en casa y queremos que funcionen nuestros electrodomésticos. Decimos que el primer mandamiento es "amar a Dios sobre todas las cosas", pero con frecuencia no pasa a ser verdad en nuestra vida práctica.
Nuestra vida y actividades pueden convertirse en vacías o de simple entretenimiento, si dejamos de lado lo que Jesús nos puede aportar de luz y de verdad, por lo que es necesario que nos sintamos discípulos, y como María de Betania ponernos a los pies del maestro, escuchar su palabra y dejarnos llenar de sentido por ella. Una ocasión es la Misa de cada domingo, donde el protagonista es Jesucristo quien nos invita a estar con él.
Jesús nos advierte de un peligro en la vida cristiana: el activismo en el quehacer diario que, por una parte, es necesario e imprescindible, como en el caso de Marta que se desvivía por servir a Jesús, pero que hay que compensar con la escucha de la palabra y con la oración, como hizo María a los pies de Jesús; por eso, dijo Jesús: "Marta, Marta: andas inquieta por muchas cosas, y una sola es necesaria; María ha elegido la mejor parte, y no se le quitará".