LECTURAS
En las lecturas bíblicas de este domingo, como podemos leer, el tema transversal es el matrimonio, comprendido dentro del proyecto creador de Dios, quien desea que todo ser humano, hombre y mujer, sean felices; de ahí que los rodee de todos los seres creados que pone a su disposición. Y se pone de relieve la dignidad del varón y la mujer, creados a "imagen y semejanza" de Dios, así como la necesidad del uno y del otro viviendo en comunidad de vida, ayudándose a crecer mutuamente, expresado con la frase : "Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne".
Dios ha inscrito en la naturaleza humana el verdadero sentido del matrimonio, argumento de autoridad que Jesús esgrime en su respuesta a la pregunta de los fariseos, sobre si era lícito o no repudiar a la mujer. Jesús les dice que el proyecto de Dios es que el varón y la mujer se unan en comunidad de vida: "Por eso abandonará el hombre a padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne", y Jesús añade como conclusión: "Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre".
Naturalmente, vivir este proyecto exige por parte del varón y la mujer poner manos a la obra, esto es: sinceridad en su relación, entrega total, voluntad de mejorarse cada cual y ser ayuda para que mejore el otro, acoger al otro como regalo de Dios. Si no se dan estas premisas será difícil vivir como hijos creados a "su imagen y semejanza" de Dios, y por tanto, será difícil parecerse a Dios en la relación como esposos, en la relación con los hijos y en la relación con quienes se encuentren en la vida.