- Filipenses 4, 12-14.19-20
Es un fenómeno universal: en todos los pueblos y culturas es en torno a una mesa bien servida cómo se celebra los grandes acontecimientos. No en vano, las lecturas bíblicas de hoy nos hablan del Reino de Dios como si se tratara de un gran banquete.
Jesús habla de ese Reino de Dios, mediante la parábola de los invitados a las bodas del hijo del rey, al que algunos invitados dan una respuesta negativa, exponiendo sus excusas para no acudir. Y entonces, el rey extiende la invitación a todos los que encuentren por los cruces de los camino, es decir, invita a todos los pueblos de la tierra, haciendo realidad lo anunciado por Isaías en la primera lectura.
Esta parábola tiene plena actualidad entre nosotros. ¿Cuál es nuestra respuesta? También hoy, con frecuencia, ponemos excusas: "No tengo tiempo", o bien, "yo me entiendo con Dios a mi manera", o, "para ser buena persona no hay que ir a misa".
Jesús nos dijo: "Como el Padre me envió, así os envío yo... Id a todos los pueblos, enseñad lo que os he mandado, bautizad..."
Nuestra Diócesis, desde el año pasado tiene el proyecto de ser "discípulos misioneros", que quieren salir "a tu encuentro".
Sintámonos enviados, y acojamos la llamada de Jesús a ser su familia, y vivir nuestra fe con la alegría de haber encontrado al Señor.