sábado, 19 de agosto de 2017

Día 20 de Agosto. Domingo 20 del Tiempo Ordinario


LECTURAS

  • Isaías 56, 1.6-7
  • Salmo responsorial 66, 2-3.5.6 y 8
  • Romanos 11, 13-15.29-32
  • Mateo 15, 21-28

      Hoy, las tres lecturas nos repiten que Dios  ofrece la salvación a todo hombre y mujer, sea de la nación que sea. Esto se ve patente en el pasaje evangélico en el que una mujer cananea, una pagana, con vehemencia y gran fe se dirige  a Jesús pidiéndole que cure a su hija enferma. "Señor, ¡socórreme!" es el grito angustiado de aquella madre, que busca el mejor remedio para su hija en Jesús, el profeta de Nazaret. 
     Seguro que había oído hablar de él, o tal vez, lo había visto curar  a algún enfermo. Lo cierto es que llena de gran ánimo, se dirige a Jesús, a pesar de la gran barrera que separa que separaba a judíos de gentiles, y  después de ver probada su fe, escucha de boca de Jesús aquellas palabras llenas de esperanza: "Mujer, qué grande es tu fe. Que se cumpla lo que deseas".
     Con frecuencia pedimos algún favor  Dios, y como no encontramos respuesta inmediata o respuesta a lo  queremos, pensamos que Dios no nos escucha, o se ha olvidado, o tal vez, no nos quiere.
     Y sin embargo, Jesús nos enseña a orar insistentemente y hacerlo con  fe, sabiendo  que Dios conoce de antemano lo que pedimos,  y nos dará lo mejor para nosotros, lo que realmente necesitemos. Así lo decimos en el Padre nuestro que Jesús nos enseñó: "...hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo".
      La mujer cananea es un ejemplo de cómo orar, y vemos cómo Dios responde cuando se pide con fe.

LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: FE QUE ROMPE BARRERAS