LECTURAS
- Isaías 6, 1-2a.3-8
- Salmo responsorial 137
- 1 Corintios 15, 1-11
- Lucas 5, 1-11
El evangelio nos sitúa en el lago de Galilea, y más que decirnos sobre la predicación de Jesús, nos habla del efecto que produjeron las palabras de Jesús dirigidas a Pedro. El resultado fue una pesca extraordinaria, y éste fue el signo que desencadenó que Pedro y compañeros se unieran a Jesús, como termina diciendo el evangelio: "ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron".
Nosotros hoy, proclamando el evangelio, actualizamos este signo que nos anima a renovar nuestra respuesta como discípulos, sabiendo que el signo definitivo que motiva nuestra fe es Jesucristo resucitado, como nos ha recordado San Pablo: "El Evangelio que os proclamé, y en el que estáis fundados y que os está salvando es que Cristo murió por nuestros pecados, que fue sepultado y que resucitó al tercer día".
LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE ROQUE DE HELLÍN: REMAR MAR ADENTRO.
