LECTURAS
- Deuteronomio 30,10-14
- Salmo responsorial 68,.17.30-31.33-34.36ab.37
- Colosenses 1, 15-20
- Lucas 10, 25-37
El evangelio de
hoy nos ofrece la parábola del buen samaritano, que todos conocemos. El
contexto del relato nos permite descubrir por qué Jesús ofrece esta parábola. Toda
ella es un diálogo entre un maestro de la Ley que conoce bien las Escrituras y Jesús.
Pero la intención de dicho maestro era poner a prueba a Jesús. No es la única
vez que a Jesús lo quieren poner a prueba las autoridades religiosas de Israel.
Jesús
comienza a contar la parábola del “buen samaritano” y, como hacía siempre
al contar una parábola, pretende dar un mensaje central, extrapolando el
ejemplo y los personajes con la intención de qué se note dicho mensaje. En este
caso, justo los que pasan primero y ven al hombre caído en el camino son el
sacerdote y el levita. Se esperaría que ellos lo hubieran socorrido, pero no lo
hacen, seguramente porque hubieran quedado manchados al tocar la sangre del
herido y no habrían podido celebrar el culto en el templo. Según la ley, ellos
hacen lo correcto. Pero Jesús presenta al tercer personaje, un samaritano,
despreciado por los judíos, y es él quien lo socorre y lo hace con una
generosidad desbordante “hasta que quede curado”.
A la luz de este relato, Jesús contesta preguntando
al maestro de la Ley: ¿Quién actúo como prójimo? Y el maestro de la Ley
responde: “El que tuvo compasión de él”. Es decir, Jesús no le dio la respuesta,
sino que permitió que él mismo la formulara y, entonces, le invita a hacer lo
mismo que el hombre de la parábola, si quiere ser prójimo.
La parábola mantiene totalmente la
vigencia para nosotros, hoy, porque no se trata tanto de saber quién es el
prójimo, sino saber hacerse prójimo y, no solo con los del propio círculo o que
creemos cumplen los preceptos divinos, sino con los que lo necesitan, sin
importar su condición social, étnica, religiosa, etc. El
mensaje y llamada de Jesús es a hacernos prójimos de los excluidos de la tierra;
vivir y actuar así es hacerse merecedor de la vida eterna, porque como dijo
Jesús “Lo que hacéis a uno de estos pequeños mis hermanos, a mí me lo hacéis”.
LECTIO DIVINA DE LA PARROQUIA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA
PARROQUIA
DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
HORARIOS DE MISAS EN VERANO
(de junio a finales de septiembre)
-La Misa
durante la semana, de martes a sábado, es a las 20:00h.
-La Misa
del domingo es a las 11:30 h.

El evangelio de hoy nos ofrece la parábola del buen samaritano, que todos conocemos. El contexto del relato nos permite descubrir por qué Jesús ofrece esta parábola. Toda ella es un diálogo entre un maestro de la Ley que conoce bien las Escrituras y Jesús. Pero la intención de dicho maestro era poner a prueba a Jesús. No es la única vez que a Jesús lo quieren poner a prueba las autoridades religiosas de Israel.
Jesús comienza a contar la parábola del “buen samaritano” y, como hacía siempre al contar una parábola, pretende dar un mensaje central, extrapolando el ejemplo y los personajes con la intención de qué se note dicho mensaje. En este caso, justo los que pasan primero y ven al hombre caído en el camino son el sacerdote y el levita. Se esperaría que ellos lo hubieran socorrido, pero no lo hacen, seguramente porque hubieran quedado manchados al tocar la sangre del herido y no habrían podido celebrar el culto en el templo. Según la ley, ellos hacen lo correcto. Pero Jesús presenta al tercer personaje, un samaritano, despreciado por los judíos, y es él quien lo socorre y lo hace con una generosidad desbordante “hasta que quede curado”.
A la luz de este relato, Jesús contesta preguntando al maestro de la Ley: ¿Quién actúo como prójimo? Y el maestro de la Ley responde: “El que tuvo compasión de él”. Es decir, Jesús no le dio la respuesta, sino que permitió que él mismo la formulara y, entonces, le invita a hacer lo mismo que el hombre de la parábola, si quiere ser prójimo.
LECTIO DIVINA DE LA PARROQUIA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA
PARROQUIA
DE LA RESURRECCIÓN DEL SEÑOR
HORARIOS DE MISAS EN VERANO
(de junio a finales de septiembre)
-La Misa
durante la semana, de martes a sábado, es a las 20:00h.
-La Misa
del domingo es a las 11:30 h.