LECTURAS
- Hechos de los Apóstoles 1, 1-11
- Salmo responsorial 46, 2-3.7.8-96
- Efesios 1, 17-23
- Marcos 16, 15-20
Con la fiesta de
la Ascensión se cierra un círculo que empezó en Navidad. Entonces celebramos
que Dios bajó del cielo, encarnándose en Jesús de Nazaret, compartiendo su vida
humana con toda la humanidad. Y ahora, con la Ascensión celebramos que Jesús, una
vez cumplida su misión para la que se encarnó, asciende al cielo, dónde “está
sentado a la derecha del Padre”, como Señor y Salvador de todo lo creado.
San Pablo, en la
segunda lectura explica que, después de la ascensión de Jesús, todo comienza de
nuevo porque ahora corresponde a la Iglesia ser signo de la presencia de Dios
en el mundo. El papa san León Magno decía que todo lo que Jesús realizó en su
vida histórica, ahora ha pasado a la Iglesia, como indica el evangelio de
Marcos que proclamamos hoy: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda
la creación: el que crea y sea bautizado se salvará, el que no crea se
condenará”. Es un mensaje ante el cual, cada persona tendrá que tomar postura, bien
con la fe, o con la incredulidad
Jesús,
ascendiendo al cielo, no ha huido de la tierra, alejándose de nosotros, sino
que nos asegura una nueva forma de presencia, como hemos escuchado en la
primera lectura: “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre
vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y “hasta
el confín de la tierra””. Jesús ya les
había anunciado en la víspera de su muerte: “os conviene que yo me vaya; porque
si no me voy, no vendrá a vosotros el Espíritu Santo, que yo os enviaré… Él os
ayudará a entender mis palabras”.
Resumiendo: en
el momento de resucitar, Jesús pasa ya a otro ámbito más allá de nuestra
historia. Por tanto, Ascensión y Resurrección son dos caras de la misma moneda:
el paso de Jesús, también con su humanidad a la esfera divina de forma
definitiva. Y la marcha de Jesús deja su proyecto en manos de sus seguidores, la
iglesia.
LECTIO DIVINA DE LA PARROQUIA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA
HOJA DOMINICAL DIOCESANA
JUBILEO 2025
El papa Francisco convoca el Jubileo 2025 con la Bula “La esperanza no
defrauda”.
El Jubileo arrancará el 24 de diciembre y culminará el
6 de enero de 2026. El Papa pide abrir una puerta santa en todas las diócesis,
y propone hacerlo también en una cárcel
De cara a los enfermos propone “Cuidar de ellos
es un himno a la dignidad humana, un canto de esperanza que requiere acciones
concertadas por toda la sociedad”
Propone también “¡Que haya cercanía a los jóvenes, que
son la alegría y la esperanza de la Iglesia y del mundo!”
Y para los migrantes y refugiados: "Que se
les garantice la seguridad, el acceso al trabajo y a la instrucción,
instrumentos necesarios para su inserción en el nuevo contexto social"
Y recuerda que “los pobres, casi siempre, son
víctimas, no culpables”.
Con la fiesta de
la Ascensión se cierra un círculo que empezó en Navidad. Entonces celebramos
que Dios bajó del cielo, encarnándose en Jesús de Nazaret, compartiendo su vida
humana con toda la humanidad. Y ahora, con la Ascensión celebramos que Jesús, una
vez cumplida su misión para la que se encarnó, asciende al cielo, dónde “está
sentado a la derecha del Padre”, como Señor y Salvador de todo lo creado.
San Pablo, en la segunda lectura explica que, después de la ascensión de Jesús, todo comienza de nuevo porque ahora corresponde a la Iglesia ser signo de la presencia de Dios en el mundo. El papa san León Magno decía que todo lo que Jesús realizó en su vida histórica, ahora ha pasado a la Iglesia, como indica el evangelio de Marcos que proclamamos hoy: “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación: el que crea y sea bautizado se salvará, el que no crea se condenará”. Es un mensaje ante el cual, cada persona tendrá que tomar postura, bien con la fe, o con la incredulidad
Jesús, ascendiendo al cielo, no ha huido de la tierra, alejándose de nosotros, sino que nos asegura una nueva forma de presencia, como hemos escuchado en la primera lectura: “Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre vosotros y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaría y “hasta el confín de la tierra””. Jesús ya les había anunciado en la víspera de su muerte: “os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Espíritu Santo, que yo os enviaré… Él os ayudará a entender mis palabras”.
Resumiendo: en
el momento de resucitar, Jesús pasa ya a otro ámbito más allá de nuestra
historia. Por tanto, Ascensión y Resurrección son dos caras de la misma moneda:
el paso de Jesús, también con su humanidad a la esfera divina de forma
definitiva. Y la marcha de Jesús deja su proyecto en manos de sus seguidores, la
iglesia.
LECTIO DIVINA DE LA PARROQUIA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA
HOJA DOMINICAL DIOCESANA
JUBILEO 2025
El papa Francisco convoca el Jubileo 2025 con la Bula “La esperanza no defrauda”.
El Jubileo arrancará el 24 de diciembre y culminará el
6 de enero de 2026. El Papa pide abrir una puerta santa en todas las diócesis,
y propone hacerlo también en una cárcel
De cara a los enfermos propone “Cuidar de ellos
es un himno a la dignidad humana, un canto de esperanza que requiere acciones
concertadas por toda la sociedad”
Propone también “¡Que haya cercanía a los jóvenes, que
son la alegría y la esperanza de la Iglesia y del mundo!”
Y para los migrantes y refugiados: "Que se
les garantice la seguridad, el acceso al trabajo y a la instrucción,
instrumentos necesarios para su inserción en el nuevo contexto social"
Y recuerda que “los pobres, casi siempre, son
víctimas, no culpables”.