LECTURAS
- Hechos 5,12-16
- Salmo responsorial 117
- Apocalipsis 1,9-11a.12-13.17-19
- Juan 20,19-31
Los discípulos de Jesús no creyeron a la primera el hecho de la resurrección del Señor: tenían muy grabada en su mente la crucifixión de Jesús para pensar en otra cosa más allá del sepulcro dónde lo habían colocado. De ahí que, tal vez, le resultara a broma pesada lo que los compañeros dijeron a Tomás: "hemos visto al Señor".
Y sin embargo fue la resurrección de Jesús lo que abrió las puertas y la mente a los discípulos, de modo que el silencio de Dios se rompió al ver al Señor. El silencio de Dios en la cruz no fue un abandono de su Hijo, sino que manifestó el respeto que Dios tiene a la libertad del ser humano, que respeta incluso cuando comete aberraciones como fue la crucifixión entonces, o como recientemente fue el atentado terrorista del domingo de Pascua en varias iglesias y hoteles en Sri Lanka, donde murieon unas 350 personas, unos turistas, y 110 cristianos del lugar que celebraban la Fiesta de Pascua en varias iglesias, y más de 500 heridos en dichos hoteles e iglesias.
La resurrección de Jesús fue la respuesta de Dios confirmando aquellas palabras del Bautismo y de la Transfiguración: "Este es mi Hijo predilecto, escuchadle". Fue entonces cuando los discípulos comenzaron a entender lo que les había dicho Jesús, y es así cómo comenzó la Iglesia, el grupo de los reunidos por la fe en Jesucristo, fruto de la resurrección del Señor y del Espíritu Santo, dador de vida al grupo de los creyentes.
El regalo de la resurrección de Jesús fue: la paz, el Espíritu Santo, el perdón de los pecados y la misión. Y hoy, también Jesús nos envía a vivir con alegría nuestra condición de cristianos: "discípulos misioneros".
LECTIO DIVINA DES LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: TOMÁS, DISCÍPULO.
Y sin embargo fue la resurrección de Jesús lo que abrió las puertas y la mente a los discípulos, de modo que el silencio de Dios se rompió al ver al Señor. El silencio de Dios en la cruz no fue un abandono de su Hijo, sino que manifestó el respeto que Dios tiene a la libertad del ser humano, que respeta incluso cuando comete aberraciones como fue la crucifixión entonces, o como recientemente fue el atentado terrorista del domingo de Pascua en varias iglesias y hoteles en Sri Lanka, donde murieon unas 350 personas, unos turistas, y 110 cristianos del lugar que celebraban la Fiesta de Pascua en varias iglesias, y más de 500 heridos en dichos hoteles e iglesias.
La resurrección de Jesús fue la respuesta de Dios confirmando aquellas palabras del Bautismo y de la Transfiguración: "Este es mi Hijo predilecto, escuchadle". Fue entonces cuando los discípulos comenzaron a entender lo que les había dicho Jesús, y es así cómo comenzó la Iglesia, el grupo de los reunidos por la fe en Jesucristo, fruto de la resurrección del Señor y del Espíritu Santo, dador de vida al grupo de los creyentes.
El regalo de la resurrección de Jesús fue: la paz, el Espíritu Santo, el perdón de los pecados y la misión. Y hoy, también Jesús nos envía a vivir con alegría nuestra condición de cristianos: "discípulos misioneros".