LECTURAS
- Isaías 58, 7-10
- Salmo responsorial 111
- 1 Corintios 2, 1-5
- Mateo 5, 13-1
Continuamos en el sermón del monte con Jesús, y hoy nos propone a sus discípulos, nosotros los cristianos, estos dos símbolos: ser "sal de la tierra" y Luz del mundo".. Con ello nos está diciendo el ser sencillos, desprendidos y generosos, el crear clima de paz donde hay conflicto así como buscar la justicia y verdad de vida es vivir los valores del Reino de Dios y al mismo tiempo se crea un ambiente favorable a dicho proyecto de Dios en el ambiente donde se vive.
Jesús dice de tales discípulos que son como la sal, ya que su comportamiento hace agradable la vida a su alrededor, poniendo el sabor del servicio, de la alegría y la amistad, es decir, el sabor de la "sabiduría de Dios". Y son luz en medio de la oscuridad porque dan prioridad al servicio frente al egoísmo e interés particular, ofrecen el perdón frente a la venganza, buscan la paz en situaciones de conflicto, reconocen la dignidad humana de toda persona por encima de etiquetas sociales.
Jesús dice de tales discípulos que son como la sal, ya que su comportamiento hace agradable la vida a su alrededor, poniendo el sabor del servicio, de la alegría y la amistad, es decir, el sabor de la "sabiduría de Dios". Y son luz en medio de la oscuridad porque dan prioridad al servicio frente al egoísmo e interés particular, ofrecen el perdón frente a la venganza, buscan la paz en situaciones de conflicto, reconocen la dignidad humana de toda persona por encima de etiquetas sociales.
