LECTURAS
- Hechos de los Apóstoles 1,1-11
- Salmo Responsorial 46,2-3.7.8-9
- Efesios 1, 17-23
- Lucas 24, 46-53
La Fiesta de la Ascensión, colofón de la resurrección del Señor, nos hace mirar al cielo, la meta de nuestra vida humana, la patria definitiva. Pero la mirada puesta en le cielo no quiere desentenderse de la tierra, pero si nos debe hacer valorar los asuntos terrenos con cierto relativismo porque no son definitivos.
Vivir con la mirada en el cielo es saber que tenemos un fin superior y definitivo, por esto, la resurrección-ascensión del Señor es también nuestra victoria.
La Ascensión es, también, el comienzo de una responsabilidad. Jesús ha realizado su trabajo, dejando su misión en manos de sus discípulos para que éstos continúen anunciando la Buena Nueva.
A nosotros, cristianos, nos corresponde hacerlo ahora con las generaciones actuales, aún sabiendo que la tarea no es fácil, pero contamos con la presencia de Jesucristo que actúa por medio del Espíritu Santo.
LECTIO DIVINA DESDE LA PARROQUIA DE SAN ROQUE DE HELLÍN: DE DISCÍPULOS A MAESTROS
Vivir con la mirada en el cielo es saber que tenemos un fin superior y definitivo, por esto, la resurrección-ascensión del Señor es también nuestra victoria.
La Ascensión es, también, el comienzo de una responsabilidad. Jesús ha realizado su trabajo, dejando su misión en manos de sus discípulos para que éstos continúen anunciando la Buena Nueva.
A nosotros, cristianos, nos corresponde hacerlo ahora con las generaciones actuales, aún sabiendo que la tarea no es fácil, pero contamos con la presencia de Jesucristo que actúa por medio del Espíritu Santo.