domingo, 9 de marzo de 2025

Día 9 marzo de 2025. Domingo I de Cuaresma.

 


LECTURAS

  • Deuteronomio 26,4-10
  • Salmo responsorial  90, 1-2..10-15
  • Romanos 10,8-13
  • Lucas 4,1-13

         Las tentaciones que sufrió Jesús y relatan el evangelio son tentaciones que podemos sufrir también nosotros en nuestras circunstancias concretas de la vida,

 La tentación del “tener”: “Di a esta piedra que se convierta en pan”. En esta tentación se presentan los bienes materiales como la fuente de felicidad de la persona, quedando Dios en segundo lugar. Ya lo dijo Jesús: “Donde está tu tesoro, allí está tu corazón”. La Cuaresma nos invita a despegarnos de los bienes materiales que atan nuestro corazón y ser como Jesús “que, siendo rico, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza”.

 La tentación del “poder” como dominio sobre los demás: “Te daré el poder y la gloria, si me adoras”, dijo el diablo. Vencer esta tentación es sentirse “imagen de Dios”, que es amor y misericordia", y supone vivir la autoridad como Jesús nos la propone: nunca en provecho propio, sino para servir a los demás.

 La tentación de “utilizar a Dios” en beneficio propio: Satanás le pide a Jesús un poco de exhibición teatral: “Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí, y antes de que caigas, te recogerán los ángeles”. Esta es la tentación del éxito, del cuidar la imagen. Unos fariseos pidieron a Jesús un milagro. Y Jesús respondió: “¿Por qué buscáis fenómenos extraordinarios para creer”?  O también, cuando estaba en la cruz, le decían los sacerdotes: “Si eres el Hijo de Dios, baja de la cruz y creeremos en ti”.

La lectura y meditación frecuente de la Palabra de Dios nos dan luz para distinguir la voluntad de Dios de las propuestas o inclinaciones al mal, y nos dan fuerza para decidir llevar a la práctica aquello que Dios quiere para nosotros.

LECTIO DIVINA DE LA PARROQUIA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA


NUEVO OBISPO DE ALBACETE

El papa Francisco ha nombrado obispo de Albacete al sacerdote Ángel Román Idígoras.

El obispo electo de Albacete nació en Madrid, el 30 de junio de 1968. Ingresó en el seminario conciliar de esta ciudad como seminarista menor en 1984. Es bachiller en Teología por el Centro de Estudios Teológicos “San Dámaso” de Madrid (1992). Fue ordenado sacerdote el 24 de abril de 1994.

Obtuvo la licenciatura en Magisterio por la Universidad Complutense de Madrid (1989) y en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología León XIII, de la Universidad Pontificia de Salamanca (2003).

Su ministerio sacerdotal lo ha desarrollado en la diócesis de Alcalá de Henares donde ha sido vicario parroquial en la parroquia de San Diego de Alcalá (1994-2002) y adscrito a la parroquia de Nuestra Señora del Templo de San Fernando de Henares (2002-2005). También ha sido arcipreste de Torrejón de Ardoz (2006-2014). Ha sido miembro del colegio de consultores (2007-2022).

En esta misma diócesis ha ocupado los cargos de director de la Oficina de Sociología, vicesecretario de la Visita Pastoral, director del secretariado diocesano para los Movimientos de Acción Católica y responsable adjunto sinodal para la fase diocesana del Sínodo sobre la Sinodalidad.

En la actualidad es párroco de Nuestra Señora del Rosario en Torrejón de Ardoz, desde 2005; capellán del centro penitenciario Madrid VII (Estremera), desde 2021, y vicario territorial de la Vicaría centro o de San Félix de Alcalá, desde 2024. Además, es miembro del Consejo Presbiteral Diocesano desde 2021.

La ordenación episcopal tendrá lugar el día 3 de mayo de 2025, a las 11,00h, en la Catedral de Albacete.

 


 

 

 

 

 

 

sábado, 1 de marzo de 2025

Día 2 Marzo de 2925. Domingo VIII del Tiempo Ordinario.

 



LECTURAS

  • Eclesiástico 27,4-7
  • Salmo responsorial 91, 2-3.13-14.15-16
  • 1 Corintios 15,54-58
  • Lucas 6,39-45

El Evangelio de este domingo es el final del llamado “sermón de la llanura” de Lc, que empezó con las bienaventuranzas, y termina manifestando cuáles son las actitudes del auténtico discípulo de Jesús. 

El autor de la primera lectura nos ha dejado escrito que “El hombre se prueba en su razonar”, porque en el corazón del ser humano radica su mentalidad, las ideas y proyectos, sean buenos o malos, y del corazón salen las palabras que los expresan. También, Jesús nos invita a estar atentos y apreciar a las personas que manifiestan un pensamiento coherente y sano. Pero la prueba final no son solo las palabras que parecen buenas, sino el modo de obrar; las palabras deben estar en coherencia con el actuar, porque las obras son el fruto que verifica la verdad de las palabras. Como dice el apóstol Santiago en una de sus cartas: “Muéstrame tus obras y yo te diré cuál es tu fe”.

La parábola de la “mota en el ojo ajeno” es una advertencia para quienes consideran insignificantes sus errores y, por el contrario, siempre están viendo y señalando los errores ajenos. Es una llamada a tomar conciencia de que toda persona tenemos nuestros errores y pecados y, en consecuencia, debemos renunciar a erigirnos en jueces de los demás, pues tenemos nuestras propias faltas en las que fijarse y curar; en definitiva, no juzgar el interior de las personas, porque como decía Jesús el domingo pasado: “La medida que uséis con los demás, se usará también con vosotros”.

 Las palabras de Jesús en el evangelio son una llamada a la coherencia, de modo que nuestra vida debe transparentar el evangelio, y no hay mejor predicación que el buen ejemplo. Por ello la Iglesia nos recuerda que la primera misión de los que escuchamos la Palabra de Dios y participamos en la Eucaristía es dar testimonio de ella con la propia vida, como tantas veces nos dice el papa Francisco: “ser Iglesia en salida”, es decir, “ser discípulos misioneros”.


LECTIO DIVINA DE LA PARROQUIA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

HOJA DOMINICAL DIOCESANA