jueves, 23 de julio de 2015

Domingo 26 de Julio. Domingo 17 del Tiempo Ordinario.

Domingo 26 de Julio. Domingo 17 del Tiempo Ordinario


LECTURAS
  • Segunda  de los Reyes  4, 42-44
  • Efesios 4, 1-6
  • Salmo Responsorial 10-11. 15-16. 17-18
  • Juan 6, 1-15

Jesús no solo habla de Dios sino que está muy atento a  las personas, como leemos en el evangelio de hoy: Jesús ve que la gente que le escucha tiene necesidad  comer, y en consecuencia hay que hacer algo. Por ello, implica a sus discípulos, pero también mira a Dios: "tomando los panes dijo la acción de gracias, y los repartió a los que estaban sentados, y todos comieron lo que quisieron".
El ejemplo de Jesús debería ser contagioso para nosotros los cristianos y llevarnos a compartir nuestro pan, nuestro trabajo, nuestros bienes y nuestro tiempo. En definitiva que nosotros que nos tenemos por amigos y discípulos de Jesús seamos como sus manos que sirven a los demás.


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POR TIERRAS DE ZIMBABWE


 Del 6 al 22 de julio,  nuestro obispo D. Ciriaco y tres sacerdotes: D. Manuel de Diego, D. Fernando Zapata y el que suscribe, hemos tenido la dicha de visitar Zimbabwe, teniendo como centro la Diócesis de Gokwe, Iglesia presidida y  por el obispo  albaceteño, natural de Ayna, D. Angel Floro Martinez. Con él hemos vivido de cerca la tarea evangelizadora de aquella joven Iglesia africana, y hemos tomado el pulso del país, rico en recursos materiales: carbón, oro y otros minerales, con un clima favorable, buenas tierras, pero destrozado por la inoperancia  y rapiña de las autoridades que, que como en tantos otros lugares, entienden que el país es su finca particular, por lo que imponen un régimen de control férreo, sin importarles  el sufrimiento del pueblo.
Pero hemos vibrado con el empuje de unos cristianos corresponsables en la evangelización, y muy atenta a en la lucha contra las causas del hambre, apostando por la enseñanza y la sanidad, como se puede ver con la presencia repetida de escuelas de primera y segunda enseñanza a cargo de las diferentes parroquias misioneras, en los lugares más recónditos de la selva, así como manteniendo hospitales allí donde el gobierno no llega o no quiere llegar.
Volvemos con un grato recuerdo, admirando la labor que llevan a cabo los misioneros, y con nuestra oración y preocupación por aquella gente y tierra, tan necesitados de manos tendidas y solidarias, a lo que tanto nos invita el evangelio de este domingo.
Pedro Ortuño.