sábado, 5 de abril de 2025

Día 6 abril de 2025. Domingo V de Cuaresma.



 

LECTURAS

  • Isaías 43,16-21
  • Salmo responsorial 125,1-6
  • Filipenses 3,8-14
  • Juan 8,1-11

 




     Desde el evangelio de este domingo, Jesús nos invita a mirar nuestra conciencia y nuestras manos, a veces cargadas de “piedras” para arrojar sobre los demás sin misericordia, como hacemos cuando juzgamos o criticamos y condenamos sin piedad. Jesús quiere que nos preguntemos, ¿con qué derecho juzgamos o criticamos a los demás? ¿Acaso estoy libre de pecado?

     Jesús no disfruta condenando, sino que su alegría es salvar. Ese es el camino a seguir, el camino de Jesús. Por tanto, se trata de no ir por la vida pisoteando al prójimo, sino ayudando a levantarse, perdonando y animando a cambiar de vida. Por eso, ante la acusación de los fariseos y escribas, que terminaron por marcharse sin lanzar las piedras, Jesús dice a la mujer: “¿Nadie te ha condenado? Yo tampoco te condeno; anda, y en adelante no peques más”. No minimiza el pecado, pero ofrece un camino nuevo, una salida. Esa es la clave cristiana: reconocer el error, acoger la misericordia y caminar en conversión.

    Este pasaje evangélico es una lección sobre el amor, la compasión y la hipocresía. Jesús no niega el pecado, pero cambia el enfoque: de la justicia fría que busca el castigo, él ofrece una segunda oportunidad.

    Frente a una sociedad donde reina el juicio apresurado y la exposición pública del error, como vemos tantas veces y todos los días en TV y prensa, estas palabras de Jesús resuenan con fuerza.  Muchas veces somos como los acusadores del evangelio: rápidos para señalar los errores de los otros, ignorando los propios. Pero Jesús nos recuerda que todos tenemos algo roto por dentro, y que nadie estamos en condiciones de condenar sin antes mirar nuestro propio corazón.


    LECTIO DIVINA DE LA PARROQUIA DE SAN ISIDRO DE ALMANSA

    HOJA DOMINICAL DIOCESANA